La Comisión Presidencial para el Control y la Prevención de la COVID-19 en Venezuela, envió este domingo a más de 270 médicos cubanos militares a pesquisar en busca del virus en Zulia.
El alcalde de Maracaibo, Willy Casanova, dijo a la estatal Venezolana de Televisión, que el Mercado Municipal de Las Pulgas se mantiene cerrado desde hace dos meses, al igual que otros grupos de mercados de la ciudad de Maracaibo, debido a la cadena de contagios que se ha desatado en esas zonas.
Debido a un brote activo que existe en el Mercado Municipal de Las Pulgas, todo el estado Zulia se encuentra en cuarentena estricta y radical.
El gobernador de dicho estado, Omar Prieto es uno de los contagiados por COVID-19 en el país.
Hasta la fecha, el régimen de Nicolás Maduro reporta más de 9000 casos de coronavirus y solo 89 fallecidos.
No obstante, este manejo de las cifras de contagiados ha provocada disimiles discrepancias entre la administración de Maduro y los profesionales sanitarios del país.
A mediados de abril, Maduro informó que cuatro cubanos dieron positivo al nuevo coronavirus en Venezuela, por lo que ya sumaban cinco personas de la isla enfermos en ese país.
Se trata de dos enfermeros, una enfermera y un odontólogo, integrantes de la Misión Barrio Adentro, y se encuentran hospitalizados en Centros de Diagnóstico Integral (CDI).
Decenas de profesionales sanitarios cubanos llegaron a Venezuela el pasado mes de marzo específicamente para colaborar en el enfrentamiento al nuevo virus, una práctica mercantil que ha mantenido el régimen de Díaz-Canel.
La “solidaridad médica” es una de las principales fuentes de ingreso del régimen cubano. En 2018, único año del cual se tienen cifras de esta actividad, generó ingresos de seis mil 400 millones de dólares, muy por encima del turismo.
Dicha renta de profesionales a gobiernos extranjeros aporta a Cuba más de $10 mil millones. Cerca de 50 mil médicos cubanos colaboran en más de 60 países. El régimen se queda entre el 70 y 90% del salario. Solamente en Brasil Cuba lucró $ 360 millones cada año entre 2013 y 2018.
Además de tener que entregar como mínimo las tres cuartas partes de sus salarios, los profesionales de la salud cubanos enviados a misiones en el exterior son sometidos a una fuerte vigilancia y restricción de libertades fundamentales.
Los médicos que rompen con la misión son castigados por 8 años sin permitirles regresar a Cuba.