Más allá del distanciamiento, el amor por las colas

En Cuba, las colas no son sólo por culpa de la escasez sino también por el mal trabajo de las entidades de gestión estatal, la mayoría de las existentes en la isla. Así lo demuestra el ejemplo expuesto por un internauta holguinero
En Cuba, las colas no son sólo por culpa de la escasez
 

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Ante el rebrote de casos de coronavirus, los medios de propaganda del régimen cubano incitan a la ciudadanía a extremar las medidas preventivas, entre las que destacan mantener el distanciamiento social en las enormes colas que propician la escasez y el desabastecimiento de la isla.

Sin embargo, en Cuba es como si la burocracia creada por el Estado y todas sus instituciones y dependencias amaran las colas, las cuales, además de porque hay muchos cubanos necesitados y poco que venderle, se forman también por malas prácticas laborales, ineptitudes e incapacidades para funcionar bien, tal cual se espera de cualquier ente que brinde servicios.

Es el caso de la tienda comercial ‘La Central’, en la oriental provincia de Holguín, donde las colas alcanzan proporciones de eventos “populares” organizados por el régimen debido en parte a que sólo una dependiente trabaja en el cobro, pese a haber cinco cajas registradoras.

Así lo denunció el pasado martes un usuario identificado como Reynaldo en el portal del ciudadano habilitado por el gobierno holguinero para recibir quejas, reclamos, sugerencias y opiniones de la ciudadanía. 

Según éste, el referido establecimiento de la corporación Cimex, perteneciente al sistema empresarial del ejército cubano, propicia la formación de grandes colas por el incomprensible hecho descrito. 

“¿Por qué, si se habla tanto del distanciamiento en las colas, no se toman medidas para evitar tanta aglomeración?”, cuestionó Reynaldo. Un "pueblo" afuera de ‘La Central’, aglomerado por largas horas, y una sola dependiente trabajando a pesar de que hay cinco cajas registradoras, lamentó.

“¿Es difícil tomar una medida para que esto no ocurra? ¿Hay que diseñar un plan o es la falta de decisiones de alguna persona lo que hace que estas cosas ocurran?”, volvió a preguntar el holguinero, al tiempo que sugirió pensar como país de verdad y no usar la expresión como lema.

“Sabemos las dificultades, el bloqueo (sic), pero a mi juicio ese no es el problema. Espero ver resultados, no respuestas escritas”, concluyó.

Y así, en realidades como la planteada por Reynaldo, es que se evidencia el amor por las colas del régimen y la institucionalidad y burocracias por él creadas. Aún si no hubiera escasez, algo difícil de imaginar dada la improductividad de la economía estatal cubana, las colas seguirían en el país por prácticas que sólo se entienden bajo las lógicas ilógicas de la isla. 

 

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