El primer ministro del régimen castrista, Manuel Marrero Cruz, afirmó en una reunión virtual con unas 200 autoridades del Ministerio de la Agricultura (Minag) y de su sistema empresarial, que ante la escasez de alimentos en el país es imprescindible revisar la gran cantidad de patios y parcelas que todavía no producen.
“Tenemos que ir a tocar las puertas a esas familias e incentivarlas a que cultiven esos espacios para consumo propio y el de la comunidad”, indicó el funcionario, según un reporte de la oficialista Agencia Cubana de Noticias (ACN).
De acuerdo al citado medio estatal, Marrero, opinó sobre el programa de la agricultura urbana, suburbana y familiar, regido por Raúl Castro Ruz, que “ha sido una actividad bien atendida, pero tenemos insatisfacciones. Hay mucho que hacer aún en esto”.
En medio de la terrible crisis de abastecimiento, provocada por décadas de ineficiencia gubernamental y la centralización de las producciones, los voceros castristas apelan a que “siembras familiares en patios” minimicen la escasez.
El Primer Ministro mencionó además, que Fidel Castro Ruz se dedicó, casi hasta fallecer, a “investigar sobre las plantas proteicas, incluidas las de alimento animal”. “Es un resultado científico que está ahí, sin embargo, no se ha generalizado lo suficiente”, afirmó Marrero.
Mientras se perpetraba en el poder y sugería al pueblo la moringa como alimento esencial, Castro no pudo garantizar que llegara a la mesa de los cubanos la comida indespensable. Si los campesinos de la isla siguen sus ideas delirantes en el ámbito agropecuario, que nunca logró implementar, el país no saldrá jamás de la crisis.
Pero quienes sí continúan sus “premisas” – incluyendo la persecución de los productores y la destrucción del país– son los directivos del régimen al mando del designado Miguel Díaz-Canel. A inicios de este mes, se conoció que Cuba y Venezuela acordaron impulsar su “soberanía alimentaria” ampliando la cooperación a la esfera de la agroalimentación.
Entre las acciones previstas figura un proyecto de cooperación para la expansión y aprovechamiento en Venezuela de pastos y cultivos como la moringa, la planta “mágica” que, según Fidel Castro, iba a resolver los problemas alimentarios de toda la nación.
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Con la misma narrativa castrista, trascendió la cita presidida por Marrero para analizar las proyecciones de trabajo del sector de la Agricultura en 2021, donde al menos se reconoció sobre la actual “estrategia del autoabastecimiento municipal y la entrega mensual de 30 libras per cápita de viandas, hortalizas, frutas y granos”, que “en algunos territorios se acercan a esa meta, pero otros muchos no, y hay lugares donde no se vende nada por largos tiempos”.
A pesar la terrible crisis económica que prevalece en el país y el descontento popular, Manuel Marrero, afirmó durante la reunión anual de trabajo del Ministerio de Cultura, que "el pueblo cubano confía en la Revolución a pesar de las dificultades".
Por su parte, el títere castrista, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, mencionó recientemente a propósito de la celebración del Día Internacional de la Felicidad que “Cuba batalla por hacerla posible [la felicidad], no para uno sino para todos y enfrentará siempre lo que se oponga al bien de la mayoría”.
Los principales dirigentes del régimen continúan repitiendo consignas, los discursos y frases oficialistas de antaño; apostando por programas de la agricultura que han fracasado; reuniéndose una y otra vez, para “analizar” lo mismo y no conseguir absolutamente nada que traiga beneficios para la población.