Entre los medios ideados por el gobierno cubano para burlar el embargo, están las empresas fantasmas en paraísos fiscales o países que, por alguna razón, no aparecen en el radar de Washington.
Es el caso de Acemex Management Company Limited, que opera en el calmoso principado de Liechtenstein, bajo la dirección de Guillermo Rodríguez López-Callejas, el hermano del general Luis Alberto López-Callejas, jefe de las empresas controladas por el Ejército, reveló El Nuevo Herald.
Entre sus negocios están pedir dinero prestado y comprar, vender y fletar los barcos que traen productos químicos, combustible y suministros de construcción necesarios para edificar el creciente sector turístico y exportar minerales.
Acemex sirvió como consorcio paraguas que cubría a docenas de otras empresas vinculadas a Cuba, cuyos lazos con la isla tenían que ser disimulados para operar eficazmente.
Según dijo al medio floridano Hal Eren, un veterano abogado especializado en sanciones que trabajó en la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro, desde 1992 hasta 2000, el gobierno cubano se ha beneficiado mucho con su tapadera en Liechtenstein.
Sin embargo, Guillermo no controla solamente la empresa Acemex, sino también otras, como Mid Atlantic, en Luxemburgo.
A partir de un hallazgo de OpenLux —proyecto colaborativo de periodistas de todo el orbe- que revela cómo Cuba ha usado durante decenios el pequeño paraíso fiscal de Luxemburgo para registrar compañías offshore y volar bajo el radar—, esa empresa está registrada en el país europeo desde al menos 1973.
Guillermo Faustino ha mantenido siempre un perfil bajo, al punto de que no existen imágenes o registros públicos de su actividad económica extra fronteras.
Es graduado de la Academia Naval de Cuba y vivió varios años en la capital griega de Atenas, donde manejó “todo lo que tiene que ver con la marina mercante, y el transporte marítimo y la carga para las compañías de Luis”.
“Era más poderoso que un ministro”, dijo a El Nuevo Herald Delfín Fernández, exespía cubano que desertó a España en 1999 y actualmente vive en Miami, y que aseguró conocer bien a los hermanos Rodríguez López-Calleja, a los que describió como “muy inteligentes y con muchos estudios”.
En septiembre de 2019 ADN Cuba se hizo eco de las sanciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos a varias embarcaciones y entidades encargadas del transporte de petróleo de Venezuela a Cuba.
Entre éstas estaban las empresas Caroil Transport Marine Ltd. y Tovase Development, con sede en Chipre y Panamá, respectivamente, ambas dirigidas por Guillermo Faustino, cuyo nombre, según investigaron los medios citados, también aparece en documentos en paraísos fiscales que datan de 1991.
El control empresarial de Guillermo Faustino, y por tanto de la familia López-Calleja va mucho más allá de Mid Atlantic y Acemex. Los registros luxemburgueses muestran que la primera posee a Anglo-Caribbean Shipping Co., una firma naviera con sede en Londres.
Asimismo, el nombre del hermano del poderoso general, muy cercano a Raúl Castro, aparece en los Papeles de Panamá como uno de los directores en 2014 de la compañía naviera de granos Albagranel S.A., registrada en Bahamas y a la que el gobierno venezolano le perdonó la deuda.
También se le ve en un documento de noviembre de 2019 como presidente de la empresa Pescatlan S.A., registrada en las Islas Vírgenes Británicas.
Como bien apunta el Herald, para mantenerse a flote en tiempos difíciles, casi siempre dada la improductividad de su esquema económico y la permanencia del embargo desde 1961, “Cuba ha confiado en el mismo mecanismo usado por los ricos, los famosos y a veces los corruptos: empresas pantalla con abogados, contadores y directores falsos para moverse y ocultar dinero”.