La prestigiosa organización no gubernamental Human Rights Watch denunció que “el gobierno cubano impone normas draconianas a los médicos en misiones sanitarias que vulneran sus derechos fundamentales”.
En un texto publicado en su página web, la ONG señaló que “los gobiernos que solicitan asistencia de trabajadores de la salud cubanos para responder a la pandemia de Covid-19 deben exigir a las autoridades cubanas que reformen las leyes y reglamentos aplicables que vulneran, entre otros, los derechos a la privacidad, la libertad, la libertad de expresión y asociación, y el libre movimiento”.
Según el documento, desde marzo a raíz del agravamiento de la pandemia la dictadura ha enviado cerca de 1.500 profesionales médicos a distintos países del mundo.
“Estos profesionales se suman a los aproximadamente 30.000 trabajadores de la salud cubanos que ya se encontraban en el extranjero. Las reglamentaciones oficiales establecen que los trabajadores pueden recibir sanciones disciplinarias si entablan 'amistad' con personas que tengan 'opiniones hostiles o contrarias a las de la revolución cubana'. Los trabajadores sanitarios también pueden ser sancionados si 'abandonan' su trabajo”.
José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW, explicó que “los médicos cubanos enviados a responder a la pandemia de Covid-19 ofrecen valiosos servicios a numerosas comunidades, pero a costa de sus libertades más básicas”.
“Los gobiernos interesados en recibir la asistencia de médicos cubanos deben exigirle al gobierno de Cuba que reforme su orwelliano sistema, que regula con quiénes los médicos pueden vivir, hablar o incluso mantener una relación sentimental”, añadió.
Según datos del propio régimen, durante un período de casi 60 años, Cuba ha enviado más de 400.000 trabajadores de la salud a 164 países a propósito de crisis eventuales y desastres naturales.
Con la pandemia actual, el gobierno ha enviado a varios grupos de profesionales sanitarios para insertarse en sistemas de salud locales en más de 20 países. Sin embargo, el castrismo ha diseñado normas represivas que rigen la vida de sus trabajadores que envía al exterior, confirma HRW a tono con otras organizaciones internacionales y la ONU.
Estas normas imponen límites severos a la libertad de expresión, asociación y movimiento, así como a la privacidad de los trabajadores de la salud.
“Las sanciones previstas para quienes cometan infracciones disciplinarias van desde la retención de salarios hasta la expulsión de la misión y el regreso a Cuba. El Código Penal de Cuba prevé que el personal médico que 'abandone' su trabajo puede ser objeto de procesos penales y penas de hasta ocho años de cárcel, una medida que resulta absolutamente desproporcionada y que afecta el derecho a la libertad de los trabajadores de la salud cubanos”, denuncia la ONG.
Además exponen como la legislación cubana limita considerablemente el derecho de los médicos y otros cubanos a salir del país. “Cuba restringe el acceso a pasaportes corrientes, y los trabajadores de la salud que forman parte de misiones reciben los denominados pasaportes oficiales que sólo tienen validez durante el período de la misión”.
Human Rigths Watch recuerda que “en noviembre de 2019, las Relatoras Especiales de la ONU sobre las formas contemporáneas de la esclavitud, incluidas sus causas y consecuencias, y sobre la trata de personas, especialmente mujeres y niños, pidieron información al gobierno cubano sobre las condiciones laborales de las misiones médicas cubanas. Las relatoras indicaron que habían recibido información, incluso de primera mano, sobre condiciones laborales que 'podrían elevarse a trabajo forzoso'.
Entre los argumentos de la ONU están que muchos médicos se sienten presionados a participar en las misiones y temen sufrir represalias si se niegan. Reportaron “exceso de horas trabajadas” por los profesionales sanitarios, limitaciones de vacaciones y salarios, amenazas de autoridades y restricciones a los derechos a la privacidad y a la libertad de expresión.
“En una respuesta a las relatoras de la ONU de enero de 2020, a la cual tuvo acceso Human Rights Watch, el gobierno cubano negó los señalamientos e indicó que las relatorías habían sido 'utilizad[as] para fomentar espurias campañas promovidas por el gobierno de Estados Unidos'”, señala la ONG.
Human Rights Watch es una organización no gubernamental dedicada a la investigación, defensa y promoción de los derechos humanos. Su sede se encuentra en Nueva York, y cuenta con oficinas en Beirut, Berlín, Bruselas, Chicago, Ginebra, Johannesburgo, Los Ángeles, Moscú, París, San Francisco, Tokio, Toronto y Washington.