Fundación García Márquez colabora con la CIA: asegura prensa cubana

La Fundación Gabo, como muchas entidades del Estado cubano, recibe dinero del “imperialismo” desde hace tiempo. Lo que molesta a la prensa oficialista es que premien a periodistas independientes, como Jorge Carrasco y Mónica Baro
Fundación García Márquez colabora con la CIA: asegura prensa cubana
 

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El castrismo ya no cree en nada ni en nadie. Ni siquiera en sus antiguos aliados y defensores. Resulta que ahora la Fundación Gabo, creada por el Premio Nobel Gabriel García Márquez, amigo de Fidel Castro, levanta las sospechas de ese régimen vetusto.

Según Cubadebate, algo tiene de “sospechosa” esa Fundación porque recibe financiamiento de la National Endowment for Democracy (NED), una de esas organizaciones que provocan muecas de disgusto entre los jefazos del régimen, pues apoyan a medios independientes en Cuba.

Incluso, llega a afirmar que "El Estornudo es un medio digital que se declara abiertamente financiado por la NED, organización creada por el Congreso de Estados Unidos durante el Gobierno de Ronald Reagan, según el New York Times como tapadera de la Agencia Central de Inteligencia, para operaciones de financiamiento de proyectos creados o vinculados a la Agencia, que hasta entonces eran realizadas directamente por la propia CIA".

Claro que ese no es el problema de fondo. La Fundación Gabo, como muchas entidades del Estado cubano, reciben dinero del “imperialismo” desde hace tiempo. Lo que molesta a los jerarcas es que premien a destacados periodistas independientes, como Jorge Carrasco y Mónica Baro, a quienes el régimen desprecia, persigue y difama.

El texto publicado hoy por el medio oficialista habla de esas oscuras redes de influencia y complots que, según el castrismo, están detrás de todas las cosas que ellos no controlen, para acabar con el régimen y promover la revuelta popular, el fantasma que tanto temen. Pasemos de largo.

Sobre el artículo, una de las aludidas y merecedora del Premio, Mónica Baro Sánchez, declaró: “No hay en este texto, porque no puede haberlo, una sola línea que se atreva a cuestionar una sola línea de los materiales cubanos que han sido finalistas o ganadores del Premio Gabo”.


“Su autor debe entonces limitarse, una vez más, a hacer propaganda. Ante el periodismo, esa es la mejor respuesta que puede dar. Y ante el talento y el rigor, la mediocridad. Intenta sembrar dudas sobre los méritos de los cinco trabajos que han pasado a la recta final del Premio Gabo (…), pero no es capaz de detectar una sola imprecisión en ninguno de esos textos que confirme, como sugiere, que no merecen ser reconocidos por la Fundación Gabo y los jurados de sus premios. Tiene que volver al tema gastado de los financiamientos. Esa es su zona de confort”, agregó.

Hace menos de una semana, el periodista independiente Yoel Suárez pidió que la oficialista agencia Prensa Latina se haga eco de la nominación de cubanos al Premio Gabo, sin importar que estos trabajen en medios al margen del Estado y condenados por el castrismo.

“Prensa Latina publicó hace solo un mes sobre el Festival Gabo calificándola como la ‘fiesta más importante del periodismo iberoamericano’, y agregó: “ahora que tres periodistas independientes cubanos están entre los nominados al Premio Gabo, ¿dará una cobertura similar?”.

El premio se dará a conocer el 21 de enero de 2021 y entre los periodistas nominados están Abraham Jiménez, editor de El Estornudo y colaborador de The Washington Post.

Su texto es una crónica publicada en la revista El Estornudo –cuyo acceso desde la isla es bloqueado por el régimen– sobre una mujer, negra, lesbiana y pobre, que logró revertir su marginalidad y tornarla un bien social desde el transformismo masculino en Cuba.

De YucaByte nominaron el reportaje de investigación El otro precio del níquel, realizado por los periodistas independientes Cynthia de la Cantera y Alberto Cabrera Toppin. En él se demuestra el impacto de la producción de sulfuro de níquel y cobalto en las vidas de los habitantes de un empobrecido municipio de la provincia de Holguín, en Cuba.

El ganador de la edición del 2017 fue Jorge Carrasco, con el perfil Historia de un paria, publicado en El Estornudo.

La edición de 2019 también fue para Cuba, cuando Mónica Baró mereció el galardón por su reportaje La sangre nunca fue amarilla, aparecido en el independiente Periodismo de Barrio.

La Fundación Gabo, creada en 1995 por el periodista y Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, anunció los nominados al Premio Gabo 2020, el reconocimiento más importante al periodismo en español y portugués.

“Estos trabajos se destacan, de acuerdo con los jurados de la octava edición del Premio Gabo, por su sólida investigación y reportería, elevada calidad narrativa y técnica, y capacidad para incomodar al poder al retratar con profundidad, rigurosidad y ética las complejas realidades de América Latina”, señaló la Fundación.

 

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