La artista Madai Fadraga denunció este 22 de junio las componendas de la policía, que regula en su provecho —y en perjuicio de la población— las colas para entrar a las tiendas en MLC.
Según Fadraga, este martes llegó a las 5:00 a.m. a la cola de la tienda en divisas que se encuentra cerca de su casa. A esa hora, no debería haber nadie en los alrededores, pues justo en ese momento se acaba el toque de queda decretado por las autoridades.
Fadraga suponía que a esa hora sería la primera de la fila y el policía le confirmó que no habría nadie, sin embargo, al momento salieron varias personas escondidas y se pusieron delante de ella y otros vecinos que habían llegado.
Esto provocó la ira de los vecinos y la mujer, quienes culparon al policía de estar coludido con esas personas. Fadraga terminó a esa hora en la estación de policía, a donde fue para denunciar la actitud del oficial, a quien identificó como el capitán Sirio.
En la estación de policía esquivaron su denuncia, aunque fue anotada, según dijo, “porque los policías se protegen entre ellos”.
“A nadie le importa la miseria del cubano.... Esto no hay quien lo aguante”, declaró la joven actriz, quien ya ha denunciado situaciones de injusticia e impunidad en otras ocasiones.
Fadraga ya había señalado antes las injusticias y desigualdades que provocan las tiendas en MLC. El que tiene acceso a los dólares americanos puede comprar diversos productos, pero los cubanos de a pie, al otro lado de la acera, tienen que ir a tiendas vacías, declaró.
Desde el pasado 20 de julio de 2020 abrieron en el país decenas de tiendas en divisas. Las críticas, señalamientos e insultos dirigidos al gobierno cubano por la apertura de estos establecimientos para la venta de productos básicos han sido innumerables.
El ministro de Economía, Alejandro Gil, aseguró entonces que la venta de alimentos en CUP y CUC se mantendrá. Al mismo tiempo, se abre la venta de productos de “media y alta gama” en moneda libremente convertible (MLC), es decir, divisas. En efecto, entre ellos están artículos de limpieza y alimentos.
Según Gil, el objetivo es captar una “demanda solvente” en el país que puede comprar en dólares u otras MLC estas mercancías, obviamente, a altos precios.
