Cada una de las deficiencias del (des) gobierno cubano tienen una justificación ilógica en los medios de propaganda oficial o las redes institucionales de sus organismos y empresas.
Si sale un comunicado del régimen castrista denunciado que las “croquetas explosivas” que produce y comercializa la empresa estatal Prodal, estallan por culpa de Estados Unidos, marcianos que invadieron la isla o el calentamiento global… no sería sorpresa para quienes ya comprenden cómo funciona la manipulación estatal.
Mientras que cada vez son más los reportes en Cuba sobre víctimas de las llamadas “croquetas explosivas”, Prodal culpó a los consumidores por los estallidos que ocurren durante la cocción, hecho que, aseguró, se debe a “un error común al freírlas”.
Ante un comentario crítico a un tuit promocional de sus productos, que señalaba que “sus croquetas explotan y provocan quemaduras”, a la vez que quedan “pegadas al techo y paredes”, la empresa del régimen sólo atinó a situar la responsabilidad de cualquier explosión en quienes cocinan y no siguen instrucciones muy específicas.
En tanto, la conocida chef cubana, Verónica Cervera, aseguró en su canal de YouTube, que "normalmente una croqueta no explota", en respuesta a las afirmaciones emitidas por Prodal.
Según comentó Cervera, "una croqueta se puede abrir porque el aceite no está caliente o el aceite puede saltar por agua; pero la verdad es difícil de imaginar por qué explotan estas croquetas". La cocinera manifestó estar triste por las personas que han sufrido graves quemaduras.
Ante la polémica desatada en redes sociales por las respuestas de Prodal, han comenzado a circular disímiles memes. La sátira, el doble sentido y el choteo, siempre han sido una salida que encuentran los cubanos para canalizar sus problemas cotidianos.
Las “croquetas explosivas” son asunto serio
Un cubano residente en la provincia de Santiago de Cuba, se comunicó con nuestra redacción para denunciar la falta de atención médica, ambulancia y medicamentos, que sufrió tras haberse quemado en varias partes del cuerpo con las llamadas “croquetas explosivas”.
Esta persona, quien pide no revelar su identidad para evitar represalias en su contra, explicó a ADN Cuba, que al quemarse un vecino lo trasladó al policlínico más cercano de donde reside en el distrito José Martí de Santiago de Cuba, pero no pudieron atenderlo porque “no habían materiales para hacer las curas que llevaban” las heridas.
Explicó además, que en el Hospital Clínico Quirúrgico de Santiago de Cuba, lo “atienden dos residentes de medicina puesto que no había médico de guardia”. “Con una sola torunda me limpiaron toda el área quemada y no había sulfadiazina de plata para echarme”, detalló.
De acuerdo a la información enviada a ADN Cuba por este cubano, para las curas de las quemaduras ha tenido que gastar una numerosa cantidad de dinero, ya que en las instituciones de salud del régimen no cuentan con los materiales ni medicinas que requiere.