A pocos días de cumplirse el primer aniversario de la revuelta popular del 11 de julio, el régimen cubano anunció el reparto de módulos de alimentos en varias localidades del país agobiadas por la crisis económica.
Esta entrega, que contiene arroz, pastas alimenticias, azúcar y sardinas, llega escalonadamente a todas las bodegas de la provincia de Las Tunas, exceptuando los municipios de Jobabo y Majibacoa, según Granma.
Añade que continuará en algunos municipios de Pinar del Río, Mayabeque y Matanzas. Asimismo, abarca territorios de Ciego de Ávila, Camagüey, Holguín y Guantánamo.
Estos módulos refuerzan la canasta familiar normada que cada mes se garantiza a poco más de 3,8 millones de núcleos del país.
En la isla ya se habían efectuado dos entregas anteriores de estos combos básicos, como suele llamarles la población en algunas regiones del país a estos módulos gratuitos de alimentos.
Una actualización acerca de cómo marcha el proceso de repartición de los donativos recibidos fue dada a conocer el 28 de junio, por el Ministerio de Comercio Interior a través de sus Redes Sociales y divulgada posteriormente por la prensa oficialista de Cuba.
Hasta el momento, el MINCIN ha distribuido más de siete millones de módulos gratuitos a las familias cubanas desde que inició la primera vuelta.
Según un informe del OCDH, la calidad de la alimentación es calificada como deficiente por un 73% de la población de la isla. El estudio arrojó, además, que el 71% de las familias cubanas vive con menos de 3,8 dólares por día.
La revuelta del 11 de julio comenzó en San Antonio de los Baños y se extendió a decenas de localidades de todo el país. Los expertos consideran que una de sus causas fundamentales fue la crisis económica que vive el país desde, al menos, 2018.