Las autoridades sanitarias de Cuba reportaron el diagnóstico este sábado de 796 nuevos casos de COVID-19 y el fallecimiento de otras dos personas como consecuencia de la enfermedad pandémica que, hasta el momento, ha provocado la muerte de 394 en la isla.
El total acumulado de casos desde el inicio de la pandemia en Cuba, en marzo de 2020, asciende a 66 758. Los fallecidos registrados en la jornada fueron dos hombres de La Habana, con edades de 69 y 71 años.
De acuerdo con lo informado por el director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), Francisco Durán, en su habitual conferencia matutina, los finados presentaban antecedentes patológicos que elevan las probabilidades de desarrollar cuadros de gravedad ante el contagio, como diabetes, hipertensión y obesidad.
De los nuevos positivos, 766 fueron contactos de casos confirmados, seis tuvieron su fuente de infección en el extranjero y en 24 no se había podido precisar la fuente de infección hasta el momento del cierre de la información oficial.
Ésta precisa además que, de 3 448 casos confirmados y activos, 68 pacientes permanecen en cuidados intensivos, de los cuales 29 son reportados en estado crítico y 39 como graves.
Asimismo, 103 de los nuevos pacientes están en edades pediátricas, menos de 18 años, y nueve de estos últimos son lactantes, es decir, aún no cumplen su primer año de vida. De acuerdo con las cifras dadas por Durán, los menores que son casos activos de COVID-19 suman 620.
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La mayoría de los nuevos casos correspondieron a las provincias La Habana (462), Santiago de Cuba (72), Pinar del Río (62) y Sancti Spíritus (42). La capital ha sido el territorio de mayor complejidad epidemiológica por sus características sociodemográficas, mientras que el resto de los territorios han experimentado altibajos durante el tercer rebrote.
El doctor Durán detalló en su conferencia que 21 658 personas están ingresadas. Además de las que son casos confirmados y activos, 3 843 son sospechosas de un eventual contagio.
Vacunas en agosto
Medios oficiales aseguraron esta semana que la fabricación de las dosis de vacunas contra la COVID-19 requeridas para inmunizar a toda la población de la isla podría culminar en agosto, gracias al desarrollo de una estrategia nacional diseñada con ese fin.
Luego, la industria farmacéutica cubana seguirá produciendo dosis con el fin de venderlas a países “amigos”, explicó a Granma el doctor en Ciencias Eduardo Martínez Díaz, presidente del grupo empresarial de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica (BioCubaFarma).
Martínez Díaz resaltó que hasta la fecha los resultados son positivos en los cinco candidatos vacunales cubanos, en particular en los casos de Soberana 02, en la fase III de ensayo clínico, y Abdala, que pasó a la etapa final de evaluación recientemente.
Ambos candidatos vacunales inducen una elevada respuesta inmunológica, generando anticuerpos que neutralizan la entrada del virus a las células, y solo han sido reportados eventos adversos leves, por lo cual son muy seguros, indicó el especialista.
Hasta el momento, Cuba no ha reportado adquisición de vacunas en el mercado mundial, de las que ya se usan para inmunizar en muchos países del orbe.
