Díaz-Canel escoge frases de Che Guevara para felicitar a Cuba este 14 de febrero

Las prácticas represivas y discriminatorias del Che y los acólitos del régimen cubano sólo son "amorosas" en ese mundo ficticio que el oficialismo recrea para justificar la continuidad de su fallido proyecto, cimentado hasta en la sangre de inocentes
Díaz-Canel escoge al Che para hablar de amor
 

Reproduce este artículo

El presidente del régimen cubano, Miguel Díaz-Canel, quiso felicitar a Cuba este 14 de febrero y para hacerlo echó mano a frases del polémico Che Guevara, idolatrado por muchos como símbolo de rebeldía por su idealismo y odiado por tantos otros por sus prácticas represivas e inhumanas contra sus contrarios ideológicos.

“En Cuba seguimos un ideal de amor. Y como escribió el Che: ‘Todos los días hay que luchar porque ese amor a la humanidad viviente se transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de ejemplo, de movilización’. Felicidades Patria amada”, escribió el cuestionado mandatario en su perfil de Twitter, donde acudió a sus habituales etiquetas de #SomosCuba y #CubaViva, esta última diseñada para intentar opacar las protestas encabezadas por el Movimiento San Isidro y los artistas y activistas del 27N.

Como si con una frase del Che no bastase, Díaz-Canel también recordó que éste dijo que “el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor” y que “es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esta cualidad”.

“Lo dijo el Che y es como una brújula de nuestra pasión cotidiana. Felicitaciones en el día del amor y la amistad”, agregó el presidente del régimen, sin cuestionarse, obvio, si sus policías y acólitos que reprimen y repudian a cubanos que piensen distinto a la cúpula gobernante y el partido único son entonces revolucionarios.

Amor no es precisamente lo que parece guiar las acciones de los esbirros que este sábado desalojaron a la fuerza a madres con problemas de vivienda de un local en La Habana Vieja, ni tampoco las de esas mujeres militares o elementos de la Seguridad del Estado que, respectivamente, atentan contra las manifestaciones pacíficas de las Damas de Blanco, la Unpacu y otras tantas organizaciones opositoras.

Pudiera serlo en ese mundo ficticio que el oficialismo del régimen recrea para justificar la continuidad de su fallido proyecto, cimentado sobre la sangre no sólo de sus defensores y adversarios, sino también de inocentes a los que “revolucionarios” como el propio Che Guevara no dudaron en quitarles la vida o mandarlos a un largo encierro, por sencillamente no compartir la estrecha y discriminatoria agenda de una revolución totalitaria.

 

Relacionados