El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, acusó este sábado a Estados Unidos de desatender la “grave situación” de sus ciudadanos y enfocarse más en desacreditar a Cuba y sus programas de colaboración médica.
“Cuba salva, mientras EE.UU. calumnia. El altruismo de nuestros profesionales de la Salud molesta al imperio que, en lugar de atender la grave situación de sus ciudadanos, desata una campaña de descrédito contra la colaboración médica”, escribió el mandatario en Twitter, donde compartió un artículo publicado en el oficialista diario Granma.
Bajo el título “Cuba salva, mientras EE.UU. calumnia”, el artículo denuncia supuestas presiones de Washington a Panamá, para que la nación centroamericana no contrate médicos cubanos.
El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Mauricio Claver-Carone, “alertó” a Panamá sobre la posible contratación de médicos cubanos y anunció el viaje de una comitiva estadounidense, que se entrevistará el próximo lunes con el presidente panameño, Laurentino Cortizo, y tendrá en agenda “varios anuncios en materia de salud, desarrollo económico, asuntos de seguridad nacional y seguridad financiera”.
Según el artículo, que cita a la también oficialista Prensa Latina, la visita fue hecha pública unas horas después de que Cortizo anunciase que el gobierno trataba de llegar a un acuerdo para contratar a médicos cubanos, para que estos apoyaran a los trabajadores panameños de la salud en el enfrentamiento a la COVID-19.
En su mensaje público, Claver-Carone insistió en la campaña del ¬gobierno de su país contra la prestación de servicios internacionales de Salud de la Isla, y expresó que tal mensaje es “a cualquier gobierno que esté contemplando contratar médicos con el gobierno cubano”, agregó el Granma, que nunca ha analizado la veracidad de las críticas que pesan sobre las misiones médicas de Cuba, como tampoco Díaz-Canel atiende la situación de los ciudadanos cubanos.
Las misiones médicas de Cuba son defendidas por el régimen de la isla como una muestra de solidaridad y altruismo. Sin embargo, la mayoría de las veces los países receptores u organizaciones internacionales deben asumir los costos de la misma, por concepto de remuneración a los galenos y pagos directos a La Habana.
Distintas organizaciones no gubernamentales y otras del sistema de Naciones Unidas, al igual que países como Estados Unidos, critican las llamadas misiones de colaboración médica de Cuba con otras naciones del mundo porque son, a su criterio, una manifestación encubierta de trata de personas.
El régimen cubano deja a sus galenos sólo un porcentaje mínimo de los salarios que les pagan por sus servicios, y se apropia del resto, a la vez que los somete a un estricto control y vigilancia que lacera sus derechos humanos más elementales.