La cubana Yadira Prendes Álvarez denunció en redes sociales “abandono” por parte de instituciones de Salud y el gobierno de la provincia de Villa Clara, a su hijo con discapacidad física e intelectual.
Este lunes publicó en Facebook que “hasta este punto no había ganado valor para gritar”, pero se decidió a hacerlo porque la desatención sufrida por su hijo José Carlos Hernández Prende, alumno de la Escuela Regional Marta Abreu (para niños con discapacidades físico-motora e intelectuales), mientras estaba en aislamiento por sospechas de COVID-19.
La madre refirió que el Partido Comunista local no le “contesta el teléfono”, y emplazó también a la dirección provincial de Salud, al gobierno local y otras autoridades por no cumplir con “el derecho de un niño de medicina, alimentos y guardar su integridad física y mental”.
Según Yadira Prende, el pequeño llevaba “48 horas sin poder ingerir alimentos, porque no puede comer huevos, tiene fiebre, malestar general…”
Estaban recluidos en el centro de aislamiento del Pedagógico, donde no existen las condiciones médicas para el menor: “no hay medicamentos, lo tienen recepcionado en espera de un resultado sin medicamento preventivo, y podrá ser su protocolo, pero no es lo inteligentemente viable”.
El niño padece atelectasia en un pulmón, le han dado varias neumonías con ingresos hospitalarios, tienen un síndrome genético motor, es paciente de cardiología, está frecuentemente inmunodeprimido. Además, por su “discapacidad intelectual (…) no comprende porque su mamá lo tiene en un lugar tan sucio donde no limpian y sin comida”, denunció Yadira Prendes.
En ese post, la mujer pedía ayuda de manera desesperada, pues el niño estaba al borde del desmayo por “hambre” y sin medicamentos. Aseguró que los llevaron al aislamiento “engañada”, pues el director del hospital infantil le prometió un medicamento preventivo.
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Muchas horas después de su denuncia, en la madrugada de este martes, Prendes actualizó que al menor lo sacaron del Pedagógico, “pues un equipo médico decidió que finalmente el niño no estaba en el lugar idóneo, ilusionada llegue al [hospital] Infantil con muchas promesas que al final fueron fallidas”.
Aseguró que desde las 3 de la tarde los dejaron “abandonados” a ella y el pequeño, en un banco del hospital. “Pasaron las horas, solicité ayuda por fiebre, me entregaron una dipirona y la pediatra jefa del turno me comenta, ya de noche y el niño exhausto: 'mamá aquí no hay cama ni medicamento no la puedo engañar'”.
Prendes, de profesión psicóloga, decidió regresar con su hijo a casa. Ha expresado su sufrimiento por los años que entregó para lograr en la comunidad mejor calidad de vida y salud mental, “y hoy me rompieron la salud mental de mi hijo y violentaron su derecho una recuperación, mínimamente medicado”. Ahora, esta familia necesita azitromicina para tratar su afección pulmonar.