El mito de la salud pública cubana se fisura a la par que sus ruinosos hospitales, profesionales frustrados y el régimen castrista en general. Cada vez son más las denuncian en redes sociales sobre negligencias médicas, escasez de medicamentos, desatención, pésimas condiciones de las instituciones…
En el grupo en Facebook “Cubanos Por Todo El Mundo”, María Fernández escribió una publicación este martes (13 de octubre) que inicia con la siguiente interrogante: “¿De qué potencia médica me hablas?”
“El sábado 10 de octubre, fui a las 9 de la noche al Hospital Materno Hijas de Galicia en La Habana con un fuerte dolor bajo vientre que tenía hacia dos días y no me dejaba pararme de la cama”, precisó Fernández.
“Cuando llego a urgencias me atiende una doctora, me reviso y me dijo, con la cara tan fresca, que para poder saber de qué era ese dolor tan fuerte, tenía que esperar a el lunes 12 para hacerme un ultrasonido porque en el hospital los fines de semana no se hacían. Le digo: doctora con este dolor tan fuerte de aquí al lunes me muero, y su respuesta fue, 'tranquila que no te mueres, para saber es solo con un ultrasonido, pero tienes que esperar (…)”, añadió.
“Es una total falta de respeto que en un hospital materno, en urgencias no hagan ultrasonido los fines de semana. Así que si te vas a enfermar, solo puede ser de lunes viernes, sino te mandan para tu casa a pasar los dolores, y si quedas vivo el lunes entonces sabrán tu padecimiento”, cuestionó.
“Y ni siquiera recetas para pastillas me dio, porque en las farmacias no hay nada para el dolor, ni antiinflamatorios. No sé de qué mierda potencia médica presume este país”, concluyó.
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No caben dudas de que la leyenda de que Cuba es una potencia médica cada vez es más cuestionable. A inicios de septiembre, Geidy Alvelay, también denunció en su perfil en Facebook, que pasó más de 10 horas intentando ser atendida.
Junto a una imagen suya recostada en los asientos de una institución médica, refirió:“Aquí estoy en el Hospital de SS (Sancti Spirítus) esperando hace dos horas ser atendida para ingresar a ponerme la heparina para la circulación y parir con menor riesgo; después de esperar entre el loby de Trinidad 6 horas, y aquí llevo 4, ósea 10 horas esperando mi ingreso”.
Días antes comenzó a circular en redes la foto de una mujer a quien, para cerrar la herida de un parto, la sutura y otros procedimientos que le habrían practicado en un hospital de Cuba no pueden ser calificados de otra manera que monstruosos.
Nalvis Vallin, quien compartió la imagen, asegura que la paciente es su prima, mal atendida durante el mes de julio en el Hospital General Docente “Enrique Cabrera Cossío” (conocido como el Hospital Nacional en La Habana).
“Disculpen si hiero la sensibilidad de alguien, pero es algo que debo denunciar... La gran potencia médica cubana es la causante de esta atrocidad”, escribió en Facebook Vallin.
En las redes sociales, principal plataforma donde se recrimina al régimen del títere castrista de Miguel Díaz-Canel, no dejan de publicarse testimonios de personas y familiares, que sufren las consecuencias del corroído sistema de salud de la llamada Isla comunista.