Las autoridades sanitarias de Cuba reportaron este sábado 9 de octubre sólo cinco nuevos casos de coronavirus, lo que eleva el total acumulado desde el inicio de la pandemia en la isla, en marzo pasado, a 5948 y desata las suspicacias de muchos por tratarse de una disminución abrupta, coincidente con la reciente relajación de las medidas restrictivas decretada por el régimen.
De acuerdo con el parte del Ministerio de Salud Pública (Minsap) correspondiente a la jornada, con cierre la víspera, se encuentran ingresados en hospitales para vigilancia clínica epidemiológica 4 755 pacientes, de los cuales 695 son sospechosos de un eventual contagio y 383 son casos confirmados activos.
Los datos se desprenden del estudio de 7 066 muestras. Las cinco positivas corresponden a cinco cubanos, contactos todos de casos confirmados con anterioridad y uno de ellos asintomático.
Dando por válidas las cifras oficiales de un régimen tradicionalmente poco transparente con la información pública, la disminución progresiva de los nuevos casos resulta alentadora a nivel nacional. De los cinco casos, sólo dos fueron de La Habana, otros dos de Sancti Spíritus y uno de Ciego de Ávila.
En estos primeros días de octubre, las autoridades decidieron relajar paulatinamente el toque de queda impuesto en La Habana desde inicios de septiembre para contener un peligroso rebrote. Asimismo, ya funciona el transporte público y este sábado reabrieron los cines.
Sancti Spíritus ha sido también uno de los territorios con mayor tasa de infección en la isla durante las últimas semanas, lo que conllevó a que el 4 de octubre se impusieran medidas restrictivas en cuanto a movilidad de las personas, la transportación y los servicios, en el municipio cabecera, Trinidad, Taguasco y Cabaiguán.
Las buenas señales en cuanto a disminución de casos se extendieron a Ciego de Ávila, la provincia con la mayor tasa de infección del país. Junto a las dos anteriores, estará entre los únicos territorios del país que no abrirán sus fronteras a vuelos internacionales ni relajarán más las medidas de distanciamiento el próximo 12 de octubre, día en que comenzará una etapa denominada por el régimen como "nueva normalidad".
El anuncio de la nueva etapa se produjo el jueves, en una intervención pública del presidente Miguel Díaz-Canel y el primer ministro Manuel Marrero. A diferencia de las tres provincias referidas, el resto de la isla tiene la autorización para pasar a esta próxima etapa, en la que las obligaciones sanitarias serán más relajadas.
En redes sociales, varios usuarios han criticado las medidas de reapertura y mostrado su desconfianza con la rápida disminución de cosas, la cual obedece, en opinión de varios, a una decisión política del régimen y no a una realidad epidemiológica.