Las autoridades sanitarias de Cuba informaron este sábado el fallecimiento de otras 10 personas como consecuencia de la COVID-19 y el diagnóstico la víspera de 1 188 nuevos casos de la enfermedad, cuya propagación en la isla no se logra controlar de la manera deseada pese a medidas restrictivas y la intervención sanitaria con dos de los cinco candidatos vacunales cubanos.
Al respecto, el director nacional de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), Francisco Durán, comentó en su habitual conferencia matutina que el impacto de las medidas no se hace sentir y el proceso de intervención sanitaria con los candidatos vacunales Abdala y Soberana 02 no alcanza una cifra que tenga aún una incidencia significativa en la comunidad.
Al cierre del viernes, 27 210 personas permanecían ingresadas en Cuba con motivo de la enfermedad pandémica. De ellas, 6 178 son casos confirmados y activos, mientras que 4 307 son sospechosas de un eventual contagio.
Con los nuevos positivos diagnosticados, los casos acumulados desde el inicio de la pandemia en la isla, en marzo de 2020, ascienden a 140 087, mientras que los fallecidos como consecuencia de la enfermedad suman 943.
Según precisó Durán, de los nuevos casos, 24 fueron importados, es decir, tuvieron su fuente de infección en el extranjero, mientras que el resto fueron contagios derivados de eventos de transmisión autóctona. De estos últimos, 1 110 fueron contactos de casos confirmados con anterioridad y en 54 no se había podido establecer la fuente de infección al cierre de la información oficial.
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La Habana, con 540 nuevos positivos, sigue siendo el territorio de peor situación epidemiológica por sus condiciones sociodemográficas y su elevada densidad poblacional en varios municipios o repartos. Este viernes le siguieron Santiago de Cuba, Mayabeque y Pinar del Río, con 201, 111 y 62 casos, respectivamente.
En los servicios de cuidados intensivos permanecen ingresadas 151 personas, de las cuales 52 son reportadas en estado crítico y 99 como graves.
A falta de tres fechas, mayo ya es el mes de mayor número de casos y muertes por COVID-19 en Cuba. Desde noviembre pasado, cuando el régimen emprendió la reapertura de sus aeropuertos internacionales, la propagación de la epidemia ha sido creciente, una tendencia que no se logra revertir a pesar de la agudización de medidas y restricciones.