El Ministerio de Salud Pública de Cuba (Minsap) informó este sábado el diagnóstico la víspera de 629 nuevos casos de COVID-19 y la muerte de otras dos personas por complicaciones derivadas de la enfermedad, a la baja en las últimas tres semanas tras el alza motivada por la propagación de la variante Ómicron.
En su más reciente parte informativo, la autoridad sanitaria, cuyas cifras han sido puestas en entredicho en reiteradas ocasiones por cubanos dentro y fuera de la isla, detalló que 9.855 personas permanecen ingresadas en el país por diferentes aspectos relacionados con la COVID-19.
De ellas, 6.604 son sospechosas de un eventual contagio y 3.163 son casos confirmados y activos, 146 menos que los reportados en la jornada anterior, luego de que el número de altas médicas en las últimas 24 horas (773) fuese superior al de los nuevos positivos.
Con el último incremento, el acumulado de casos desde el inicio de la pandemia en Cuba ascendió a 1.064.757, de los cuales 8.486 han muerto y 1.053.049 se han recuperado, según las estadísticas del Minsap.
Los fallecidos fueron una mujer y un hombre. Uno de ellos tenía entre 50 y 59 años de edad y el otro entre 60 y 69. Como comorbilidades que complican la evolución clínica ante el contagio, padecían indistintamente de hipertensión arterial, diabetes mellitus, insuficiencia renal y obesidad mórbida.
Holguín fue la provincia con peor situación epidemiológica, al registrar en la jornada del viernes 86 nuevos positivos. Le siguieron Matanzas y Ciego de Ávila, con 80 y 59 casos, respectivamente.
En los servicios de cuidados intensivos permanecen ingresados 34 pacientes, de los cuales nueve están en estado crítico y 25 son reportados como graves.
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Hasta el 16 de febrero, el 87,1 por ciento de la población cubana, unos 9,86 millones de personas, había completado el esquema de vacunación con alguno de los tres inmunógenos aprobados para su uso de emergencia por la autoridad reguladora nacional.
En algunos municipios fue aplicada la vacuna de la farmacéutica china Sinopharm en su esquema de dos dosis, seguida de una tercera dosis de Soberana Plus, del Instituto Finlay de Vacunas de Cuba.
Hasta el momento, ninguna de las vacunas de la isla ha sido homologada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), hecho que atenta contra su aceptación internacional y comercialización, y limita el alcance y reconocimiento exterior del certificado digital de vacunación que las autoridades sanitarias comenzaron a expedir el pasado lunes.
