Las autoridades sanitarias de Cuba reportaron este sábado el diagnóstico la víspera de 8816 nuevos casos de COVID-19 y el fallecimiento de otras 83 personas como consecuencia de la enfermedad, cuya propagación no cede, pese al avance de la vacunación con fórmulas de producción nacional.
En su habitual conferencia matutina para informar sobre la propagación de la pandemia, el director nacional de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), Francisco Durán, detalló que 94 124 personas permanecen ingresadas con motivo de la enfermedad viral. De ellas, 40 790 son casos confirmados y activos, mientras que 48 848 son sospechosas de un eventual contagio.
Con los nuevos incrementos, el acumulado de casos de coronavirus en Cuba desde el inicio de la pandemia en la isla, en marzo de 2020, asciende a 509 032, mientras que las muertes suman 3925.
De acuerdo con las cifras oficiales dadas a conocer por Durán, puestas en entredicho en varias ocasiones, sobre todo en lo referido a los decesos, 40 de los nuevos positivos fueron casos importados, es decir, contagios materializados en el exterior de la isla, mientras que el resto fueron casos derivados de eventos de transmisión autóctona.
La Habana, con 1323 casos, volvió a ser el territorio de peor situación epidemiológica. Este viernes le sucedieron las provincias Cienfuegos, Pinar del Río y Ciego de Ávila, con 1252, 1018 y 791 positivos, respectivamente.
En los servicios de cuidados intensivos permanecen ingresadas 485 personas, la cifra más alta desde marzo de 2020. De ellas, 146 son reportadas en estado crítico y 339 como graves.
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Los positivos en edades pediátricas, menos de 18 años, sumaron 1484. De ellos, precisó Durán, 102 son lactantes y 48 menores de seis meses, incluyendo 10 recién nacidos.
Entre los fallecidos hubo cuatro embarazadas, cuyas señas, salvo el lugar de residencia, no fueron dadas a conocer por Durán.
Datos oficialistas sobre vacunas de producción nacional
Este viernes, el presidente del Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba, Eduardo Martínez Díaz, informó que los resultados parciales de efectividad de la vacunación anti-COVID-19 son alentadores en la protección contra la enfermedad sistémica severa y la muerte, a pesar de la presencia de la variante Delta del SARS-CoV-2 en la isla.
Según declaró el funcionario a medios oficialistas, hasta el 10 de agosto sumaban dos millones 900 mil las personas que habían recibido las tres dosis de alguna de las vacunas o candidatos vacunales de producción nacional, y dos millones 500 mil las que habían concluido el período de 14 días luego de la última inyección, por lo que podían considerarse como inmunizadas.
De estas últimas, precisó Martínez, unas 21 000 se infectaron con la COVID-19, lo que representa el 0,8 por ciento, mientras que 99 fallecieron, para un 0,003 por ciento de efectividad de la inmunización en la previsión de la muerte.
Asimismo, explicó que se procesan más datos para determinar la efectividad de la vacunación, que difiere de la eficacia obtenida en los ensayos clínicos, evaluada en un ambiente controlado y con diferentes criterios de exclusión establecidos previamente.
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De acuerdo con Martínez, en los municipios Regla, Guanabacoa, Habana del Este y San Miguel del Padrón, los primeros cuatro que concluyeron la intervención sanitaria con Abdala, existe un impacto positivo “notable”.
Sin embargo, en la semana anterior la doctora Ileana Morales Suárez, directora de Ciencia e Innovación Tecnológica del Minsap, afirmó que el avance de la vacunación con las fórmulas nacionales (Abdala y Soberana 02 mayormente) había evitado un mayor incremento de infectados, graves y fallecidos, pero no lo suficiente como para detener la propagación, tal y como lo demuestran las estadísticas recientes.
Con cierre al 5 de agosto, cuando se produjeron sus declaraciones citadas por la prensa oficialista, el 72 por ciento de los positivos diagnosticados en días previos había recibido las tres dosis vacunales y de ellos el 42 por ciento ya había cumplido el ciclo total de inmunización, que se hace efectivo 15 días después de inyectarse la última dosis.
Para mediados de agosto, dijo Morales, se pronostica una ralentización de fallecidos en los municipios que iniciaron la intervención sanitaria con la vacuna Abdala, un fenómeno que se extenderá al resto de los territorios y se espera refleje mejor la presunta efectividad de la fórmula.
A este respecto, la funcionaria contrapuso que continuará la incidencia de la transmisión del virus, sobre todo por la variante Delta, que tiene una carga viral superior en 1200 veces a las variantes originales.