El Ministerio de Salud Pública (Minsap) de Cuba ha identificado hasta el momento 29 casos de la variante Ómicron de la COVID-19, de los cuales nueve han presentado síntomas leves y 20 no han manifestado ninguno, informó el viernes el ministro del ramo, José Ángel Portal Miranda.
Portal Miranda refirió en la reunión del grupo temporal de trabajo para la prevención y control del nuevo coronavirus instrumentado por el gobierno de la isla que todos los pacientes de la variante han mantenido un buen estado de salud y que se les ha realizado “el control de foco pertinente”, lo que ha permitido detectar por cada paciente un promedio de 22 contactos.
Según el ministro, todos los contactos han sido estudiados y se mantienen bajo vigilancia clínico-epidemiológica para evitar una mayor propagación de la nueva variante, catalogada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “variante de preocupación” por su alta contagiosidad.
El ministro aseguró que el estudio de casos autóctonos evidencia que la variante Delta continúa siendo la de mayor propagación en el país, aunque no descartó la posibilidad de que Ómicron vaya ganando terreno por su expansión en todo el mundo y el incremento de viajeros internacionales que arriban a la isla.
En tal sentido, Portal Miranda presentó ante el grupo temporal de trabajo “la propuesta de modificar varias de las medidas de control establecidas para esta etapa y adoptar otras nuevas de carácter general”, las que, una vez aprobadas, serán informadas a la población, según refieren los medios oficialistas.
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El Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” (IPK) confirmó el miércoles 8 de diciembre el primer caso en Cuba de la variante Ómicron de la COVID-19.
Se trató de un “colaborador de la salud” procedente de Mozambique y natural de Pinar del Río, que regresó a Cuba el 27 de noviembre y se encontraba asintomático, pero un día después presentó febrícula y dolor de garganta.
Tras un test de antígeno el paciente resultó positivo y fue ingresado en el Hospital “León Cuervo Rubio”, donde se le aplicó ese mismo día un PCR-RT que también resultó positivo y cuya secuenciación en el IPK arrojó que se trataba de la nueva variante.
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En la reunión del viernes, las autoridades analizaron el ligero incremento de los contagios de COVID-19 durante la última semana, lo que, si bien no se asocia directamente a los casos de Ómicron, convoca a mantener el control de la epidemia para “seguir avanzando en la reanimación de la vida económica y social de la nación”, según afirmó el primer ministro del régimen, Manuel Marrero Cruz.
Las cifras del Minsap, puestas en entredicho en reiteradas ocasiones por cubanos dentro y fuera de la isla, establecen que en la última semana hubo una disminución en la intensidad de la transmisión del virus del 75 por ciento en comparación con igual período del mes precedente.
Sin embargo, mientras se reducen los casos autóctonos, aumentan los importados del extranjero, a la vez que ocho territorios muestran un alza en los casos reportados respecto a la semana anterior. Estos son el municipio especial Isla de la Juventud, con 24 casos más, y las provincias La Habana, Matanzas, Artemisa, Mayabeque, Cienfuegos, Ciego de Ávila y Santiago de Cuba.
Holguín, Camagüey y la Isla de la Juventud permanecen como los territorios con peor situación epidemiológica, con el 49 por ciento de los diagnósticos totales en la semana y 230 nuevos casos.
