Una nueva vacuna de AstraZeneca (AZ), que estaría lista en semanas, proporcionará una fuerte protección contra la variante Ómicron del coronavirus SARS-CoV-2, según científicos británicos.
La noticia fue dada a conocer por el profesor inmunólogo Sir John Bell, un miembro del grupo de trabajo de vacunas del gobierno británico, quien también reveló que era demasiado tarde para evitar que la variante llegue a Europa.
La última fórmula AZ se creó originalmente para combatir la primera variante sudafricana Beta de Covid, que amenazó con extenderse ampliamente el año pasado antes de ser superada por la cepa Delta.
“Si es necesario, podría modificarse la vacuna AZ que se usa actualmente con relativa facilidad y administrarse mediante inyecciones de refuerzo”, afirmó Bell, que junto a sus colegas de la Universidad de Oxford han estado monitoreando de cerca la nueva variante, B11529, que tiene 32 mutaciones, desde que comenzó su aumento hace unos días.
Un análisis detallado comenzará a principios de la próxima semana utilizando muestras del virus enviadas a Gran Bretaña desde Sudáfrica en recipientes seguros. Los científicos esperan aprender más sobre él, como su capacidad para propagarse y causar la enfermedad Covid-19.
“Aunque ya ha infectado a muchos sudafricanos y parece transmitirse con preocupante rapidez, las primeras señales son que puede ser menos peligrosa que otras cepas. La gran pregunta es, ¿la gente se está enfermando realmente? ¿Están llenos los hospitales? La respuesta a eso es no”.
Algunos de mis colegas han llamado [a la nueva variante] un monstruo. Hay mucho pánico. Deberíamos mantener la calma. Necesitamos comportarnos como si esto fuera a crear infecciones revolucionarias. Si no es así, entonces está bien. Si es así, debemos estar preparados”, precisó.
Los principales fabricantes de vacunas contra el COVID-19 en occidente, entre ellos los estadounidenses Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson, informaron ayer que ya están probando la efectividad de sus productos contra la nueva variante.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó el 26 de noviembre como “de preocupación” la variante Ómicron del SARS-CoV-2, detectada recientemente en Sudáfrica.
Los científicos saben que la Ómicron es genéticamente distinta a las variantes anteriores, incluidas las variantes beta y delta, pero no están seguros de si estos cambios genéticos la hacen más transmisible o peligrosa. Hasta ahora, no hay indicios de que la variante cause una enfermedad más grave.
Probablemente tomará semanas averiguar si la ómicron es más infecciosa y si las vacunas siguen siendo eficaces contra ella.
*Foto: EFE