Con otros problemas más graves que atentan contra su eficiencia como sociedad mercantil, la corporación cubana Cimex se suma a la campaña del régimen contra los coleros, acaparadores y revendedores, los nuevos enemigos públicos a los que se culpa en el discurso oficial de la agudización del desabasto y la escasez en la isla.
“Por un comercio responsable”, “no hay impunidad” y “no marques más” son los lemas que la corporación ha hecho suyos para velar por que esos “seres inescrupolosos” no lucren con los bienes del pueblo y a costa del bienestar de éste, aunque muchos en Cuba saben que sin ellos habría y habrá igualmente crisis de abastecimiento y falta de productos de primera necesidad.
Se trata de una mera distracción a la que ahora la corporación del sistema empresarial de las FAR (Gaesa) también se suma sin ocuparse primero de abastecer sus tiendas, algo que realmente tributaría a que muchos no tuvieran que acudir a los revendedores y a que los acaparadores tuvieran que mantener lo acaparado como colección.
Con tiendas surtidas y a precios accesibles, las figuras que hoy quiere hacer ver el régimen como demonios y primos del supuesto “bloqueo”, un parentesco fundado en “el daño al pueblo”, desaparecerían más pronto que tarde.
Sin embargo, ante la incapacidad para ello, es mejor marear la perdiz y enfrentar cubanos contra cubanos, creando enemigos públicos que en nada inciden en la crisis generalizada que se vive en el país.
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Desde su cuenta de Twitter, la corporación expuso las acciones que adopta para enfrentar a revendedores y acaparadores. Estas son:
1. “Supervisiones a unidades comerciales con venta de productos que generan conductas de acaparamiento, teniendo en cuenta la situación económica del país.
2. Controles integrales a sucursales y complejos territoriales con reclamaciones y quejas de la población.
3. Capacitación del personal que labora directamente en unidades comerciales y áreas administrativas”.
Nada en materia de prevención, esa que tanto le gusta presumir públicamente al régimen cubano en materia de salud y no tan públicamente en cuestiones de represión y tratamiento al “personal de interés operativo”, entiéndase opositores, activistas, periodistas independientes y ciudadanos que puedan realizarse al margen del sistema.
Prevención en este caso sería tener abastecidas las tiendas continuamente a precios lógicos y justos, pero de ello no es capaz Cimex, como tampoco lo es el sistema económico cubano en su totalidad. Ante la ineficiencia es mejor vigilar y castigar, así como justificar las incapacidades en el supuesto mal obrar de otros, llámese Estados Unidos, Donald Trump o, sencillamente, colero.
