Caibarién, Villa Clara.- Dos menores de edad, residentes en la calle 6 entre las avenidas 19 y 21 en esta ciudad costera, han resultado positivos al test del coronavirus, practicado con la frecuencia estipulada por los manuales vigentes y actualizados del Minsap, de entre 1 y 3 días tras efectuárseles la prueba del PCR que resultara alterada.
El periodista estatal Luis Ovidio Martínez, insinuó en un “reportaje” televisivo este jueves –porque evidentemente no tenía permiso expreso para anunciarlo– que “Caibarién y Manicaragua bien podrían aparecer mañana en el reporte del país como nuevos focos contaminantes” tras la reciente explosión del virus en Camajuaní.
El Sectorial Municipal de la Salud aquí, en voz de su Directora de Higiene y Epidemiología comunicó a los vecinos de la zona costera del Malecón donde habitan los infantes, sobre las posibles medidas a seguir tras el descubrimiento y confirmación de este inesperado rebrote.
Por su parte, en la colindante ciudad de San Juan de los Remedios, se ha anunciado que, en el único Círculo Infantil del municipio, fueron pesquisados 10 niños que estaban bajo estrecha observación por la visita de un padre identificado como potencial contagio, residente en el también vecino municipio de Camajuaní. Todos son sospechosos en una provincia que despunta lamentablemente al retorno del mal.
La fuente contaminante en Caibarién esta vez ha sido el padre de un menor de 7 años, un ingeniero civil nombrado Gregory, de 40 años, trabajador de la Empresa de Construcciones Militares, perteneciente al entramado de las FAR y la corporación Gaviota S.A.
El ingeniero fue reportado en ciudad de La Habana como positivo, tras haber regresado de su última visita a Caibarién. Se encontraba en la ciudad villaclareña en pase temporal, una pausa en su estadía en el Puerto del Mariel (cercano a la capital) donde labora movilizado durante varias semanas en “urgencias constructivas”, según declararon vecinos de los contactos.
El enfermo, reportado esta mañana en la conferencia nacional del Minsap por el Doctor Francisco Durán como posible fuente de contagio, contaminó primeramente a uno de sus dos hijos –el mayor, cuyo hermanito de un año aún no ha sido declarado— y también al tío adolescente de ambos, un menor de 13 años de edad quien suele frecuentar el hogar y convivir con ellos.
Este jueves 13 de agosto, en la tarde del cumpleaños del patriarca Castro, 65 personas aguardaban para ser internadas en la conocida –por haber sido albergue de sospechosos durante focos anteriores– “Villa Caoba”. Las sospechas sobre tantos, son consecuencia de que una abuela y una tía de otros niños, que hace una semana asistieron juntos a una fiesta de cumpleaños de los menores ahora enfermos, laboran despachando pan en la panadería del barrio nombrado “Puerto Arturo”, por lo tanto, existe la posibilidad de una trasmisión mayor.
Recordemos que Caibarién sufrió una cadena endémica similar, cuando una enfermera regresó de cumplir misión en Venezuela e infectó a su parentela.
Las cifras de contagiados en el país se han disparado, de vuelta al caos desde principios del mes, a partir de la desescalada instrumentada por el gobierno. Esta fue considerada por algunos especialistas y epidemiólogos como “inoportuna y acelerada” dadas las elementales y previsibles indisciplinas que provocan el calor, el acceso a las playas, los transportes colectivos atestados, las colas, el hambre y la ingesta de alcohol, más el encierro impuesto durante varios meses. Un confinamiento que con sus intermitencias ya suma medio año de resignado cumplimiento ciudadano.