El Grupo de Estudios Cubanos de Arquitectura (GECA) publicó en las redes sociales este fin de semana dos comunicados, en los que se demanda que el gobierno los autorice a trabajar como privados.
“La arquitectura independiente no debe ser ignorada en Cuba”, afirman en un mensaje del sábado.
“¿Cómo se aspira a ciudades bellas y ordenadas, en su potencial futuro, si no se cuenta con el arquitecto independiente? ¿Cómo se aspira a construir 300 000 viviendas por medios propios sin la ayuda del arquitecto independiente? ¿Cómo se aspira a salvar la casa, la pequeña, la de 100 años, ignorando al arquitecto independiente que vela por la ejecución de su proyecto y acompaña la obra para que todo se haga según lo proyectado y siguiendo las buenas prácticas constructivas?”
Defienden que “las diferentes formas de gestión [privada, estatal o cooperativa] para ejercer la arquitectura son una necesidad”.
En la página oficial del GECA añaden: “El estado no tiene que asumir esa encomienda por sí solo, podemos ser de gran ayuda. Los arquitectos cubanos independientes existen y han demostrado, con resultados valiosos, impactar en las ciudades cubanas a nivel social, económico, ambiental, urbano, formal y estético”.
Las peticiones son a propósito de que el 9 de febrero, el régimen cubano informó 124 actividades que –luego de la supuesta “apertura” al sector de cuentapropistas–, aún quedarían prohibidas, de acuerdo al Clasificador Nacional de Actividades Económicas. En ese momento se aseguró que “este listado pudiera ser modificado a partir del proceso de conciliación de las normas jurídicas, actualmente en proceso de elaboración”.
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“Aprobar todas las actividades de la construcción más no la arquitectura y las ingenierías asociadas no beneficia a la ciudad, ni a la calidad de las obras por construirse ni a la creación de un patrimonio contemporáneo que sea el legado de las generaciones futuras”, manifestaron los profesionales del GECA.
“Solicitamos la modificación de la lista de actividades profesionales donde no se permite el ejercicio del trabajo por cuenta propia, eliminando de ella las actividades de arquitectura e ingeniería (7110 y 7120)”.
Este domingo, volvieron a exigir el derecho a ser independientes del Estado:
“Es cierto que la lista de actividades permitidas ha sido ampliada y ha beneficiado a muchos, pero la prohibición del ejercicio por cuenta propia de las actividades profesionales, científicas y técnicas constituye un obstáculo para los tiempos actuales, pues necesitamos de toda posibilidad de aporte al progreso y bienestar de nuestra nación”, señalaron en otro post.
Defienden que “el Patrimonio Arquitectónico cubano está lleno de ejemplos excepcionales ideados por arquitectos e ingenieros que ejercieron su labor por cuenta propia”.
“Entendemos que proponer la legalización de las actividades de Arquitectura e Ingeniería para ejercer de forma independiente no constituye un antagonismo con las Empresas estatales existentes. No pretendemos suplantarlas. El objetivo es buscar un equilibrio donde coexistan las empresas estatales y todas las posibles formas de gestión, generando más allá del fin competitivo, un resultado palpable en la ciudad”.
Los arquitectos, ingenieros y diseñadores aspiran a sumarse a la “exportación de servicios técnicos ampliando las posibilidades de participación de jóvenes profesionales y ayudando a nuestra economía (…) [y con empresas independientes] contribuir a mitigar el flujo de capital humano hacia otras latitudes”.
“Desde los estudios independientes se pueden abordar tanto temáticas sociales como prácticas e investigaciones nacionales que permitan la sustitución de importaciones, buscando mayor equidad social y beneficios a grupos focales de imperiosa atención”, añaden en el comunicado del GECA.
“Creemos que se podrían encontrar soluciones emprendedoras como aprobar asociaciones de profesionales de pequeña escala, o la aprobación de profesionales consultores que apoyen el actual proceso inversionista. Siempre que las actividades de Arquitectura e Ingeniería estén permitidas”.
Por ello solicitan “que se aprueben la actividad profesional de Arquitectura e Ingeniería de forma independiente. De esta forma cumplimos con aportar al progreso de la nación que nos preparó, desde todas las formas de gestión posibles”.