Este 8 de septiembre muchos cubanos celebraron su devoción por la Virgen de La Caridad del Cobre. Salud, prosperidad, compasión por los que sufren y libertad de la dictadura castrista, las plegarias a “Cachita”, patrona de los nacidos en la isla según el catolicismo, recorrieron el país y su diáspora.
No es para menos. Entre la pandemia del coronavirus y la escasez agravada, aunque pertinaz, el año 2020 ha sido aciago para Cuba. Al unísono, el régimen castrista temeroso de una chispa que haga arder el hastío de los ciudadanos, ha extremado su control de la sociedad y persecución del disenso.
El arzobispo de Santiago de Cuba, Dionisio García Ibáñez, recordó a propósito del festejo en honor a María, madre de Cristo, particularmente a su representación cubana, que, aunque el día de la Virgen de la Caridad del Cobre es el 8 de septiembre, fieles católicos y devotos acuden a ella en todo momento a poner en sus manos sus proyectos para el presente y el futuro.
“Nosotros le pedimos a la gente que este es un año especial, que con más razón hay que acercarse a la Virgen, ya que ella ha estado con nosotros hace 400 años acompañándonos en la historia y precisamente en los momentos más difíciles es cuando nosotros nos hemos acercado a ella”, declaró el sacerdote a Radio Televisión Martí.
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Con medidas preventivas para prevenir que se propague la epidemia de la COVID-19, se previeron misas en las iglesias, pero sin procesiones, destacó el prelado a cargo de presidir la celebración de la Santa Eucaristía en la Basílica Santuario Nacional del Cobre.
Por la pandemia, aunque se mantuvo “exactamente igual” la liturgia habitual en El Cobre, cercano a la ciudad de Santiago de Cuba, sí se suspendieron las “peregrinaciones organizadas por las iglesias” hasta ese lugar considerado sagrado, así como las procesiones, explicó el arzobispo a Radio Televisión Martí.
Muchos cubanos aprovecharon la fecha para expresar pacíficamente su rechazo al régimen castrista, que a su vez no escatimó esfuerzos para acallar esas voces. Incluso, ante los ojos incrédulos de los devotos antes perseguidos, la dictadura reivindicó a la santa como un patrimonio de la “revolución cubana”.
Precisamente en Santiago de Cuba, el activista Dariem Columbié fue detenido en esa provincia este martes cuando se dirigía a la Iglesia del Cobre, para hacerle una ofrenda a la Virgen. Según declaró, los oficiales de la policía lo montaron en una patrulla, revisaron su mochila y botaron los girasoles que llevaba para la Patrona de Cuba.
Además, la Dama de Blanco Yakelin Heredia y su esposo Carlos Álvarez, junto a los activistas Cándido Chacón Puñales y Eduardo Sánchez Puñales también fueron detenidos al salir de la iglesia consagrada a la Virgen de la Caridad, en Centro Habana, publicó el fotógrafo Claudio Fuentes, quien habló con su hija de 12 años.
Decenas de activistas y periodistas independientes fueron sitiados, y arrestados en muchos casos, por la Seguridad del Estado y la Policía Nacional Revolucionaria, para impedir que secundaran la iniciativa “Revolución de los girasoles”, lanzada por la opositora Unión Patriótica de Cuba a propósito de la celebración de la Virgen.