Este jueves el portal noticioso oficialista Cubadebate arremetió contra los medios que dan una cobertura informativa de la isla distinta de los cánones del discurso oficial, según el cual la mayor parte de lo que atenta contra el perfecto bienestar del día a día es culpa del “bloqueo” estadounidense, que no deja realizarse al proyecto cubano.
Asimismo, ese discurso, típico de Cubadebate y todos los medios fomentados por el régimen, oculta un sinfín de acontecimientos diarios que, en cualquier otra parte del mundo, excepto contadas excepciones como la cubana, serían noticia.
Entre éstos están los sucesos derivados de prácticas violentas, problemas de inseguridad, descontento social por falta de oportunidades y posibilidades para el crecimiento económico personal y familiar, y un grave deterioro de toda la infraestructura productiva, arquitectónica y de servicios del país.
Ante ello, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, las redes sociales y el surgimiento de medios alternativos en el ciberespacio cubano, como ADN Cuba, han permitido que el pueblo de la isla respire bocanadas de nuevos aires informativos, que le libran por momentos del oxígeno forzosamente asistido que en esa materia el régimen les obliga a respirar, desconociendo todo lo importante que sucede a diario.
Pero para Cubadebate, como medio propagandístico al fin, los medios alternativos son financiados por los “enemigos de la Revolución”, que los usan para “presentar un escenario de caos social, violencia y protesta en Cuba”. Según la redacción del portal oficialista, que firma la nota que citamos, y quizás juzgando por su condición, los medios de la “contrarrevolución” “utilizan la manipulación y las mentiras como herramienta preferida de comunicación”.
Dichos calificativos contra ADN Cuba, Ciber Cuba y otros medios fueron proferidos por haber propalado “un supuesto incidente de violencia ocurrido este miércoles en La Habana Vieja” y señalado “un actuar negligente de la Policía Nacional Revolucionaria”.
Concretamente, Cubadebate se refirió a nuestra publicación “Riña entre dos jóvenes cubanos termina con puñaladas”, publicada el miércoles 19 de febrero. Según aseguró, el video que motivó la información registra hechos sucedidos en enero del 2019 y para comprobarlo muestra la grabación de un testigo que aclara detalles del caso. También precisó que quienes tomaron el video fueron acusados por la PNR de omisión del deber de denunciar.
{"preview_thumbnail":"/sites/default/files/styles/video_embed_wysiwyg_preview/public/video_thumbnails/N4Eq0HJt0Lg.jpg?itok=KYzapEJK","video_url":"https://www.youtube.com/watch?v=N4Eq0HJt0Lg&feature=emb_logo","settings":{"responsive":1,"width":"854","height":"480","autoplay":0},"settings_summary":["Embedded Video (Responsive)."]}
ADN Cuba asume el supuesto error. Pedimos disculpas a nuestros lectores por no haber establecido el marco temporal de los hechos con mayor exactitud. Dado el hermetismo informativo del sistema cubano y las prohibiciones constantes que pesan sobre las libertades de prensa y expresión en la isla, valoramos mucho las aportaciones de nuestros colaboradores, que siempre sometemos a un proceso de verificación lo más riguroso posible.
Sin embargo, no estamos exentos del fallo, como el presunto error denunciado por Cubadebate pretende demostrar. Para la redacción del principal portal de propaganda del régimen, el hecho fue “mal contado” y pretendió “crear una sensación de ingobernabilidad y caos que provoque el actuar de elementos inescrupulosos o fácilmente manipulables”. Según agregó, los medios alternativos que narramos la riña nos cogimos, “una vez más”, “el dedo con la puerta”.
La sentencia nos viene como anillo al dedo porque si hacemos cuenta, quién se ha cogido más el dedo; los que venden la existencia de un paraíso comunista más falso que el hombre nuevo, o los que a diario tratamos de realmente cumplir con las funciones básicas del periodismo y llevar a los cubanos una cobertura más amplia y plural de la cotidianidad.
Por mucho es conocido eso de que no se pueden tirar piedras cuando se tiene techo de vidrio. Sin embargo, Cubadebate parece desconocerlo. Como toda la prensa oficialista cubana constantemente se ha estado cogiendo el dedo con puertas, ventanas y hasta trituradores de carne, de esa que es como un mito para la mesa de la mayoría de los residentes en la isla. Le ha estado pasando cuando se hace eco de constantes promesas utópicas que fracasan una y otra vez, sin contraponerles discursos críticos y plurales que contribuyan a una Cuba mejor, más democrática y con libertades para sus ciudadanos.
Nos equivocamos, sí. Pero rectificar es de sabios y no nos molesta hacerlo porque, contrario a lo que puedan presumir ellos, nos esforzamos para dar a nuestros lectores un periodismo libre y comprometido solo con el deber de informar, nunca de adoctrinar u ocultar.