La represión contra comunicadores y activistas de la sociedad civil va en continuo aumento durante este 2020. Una de las que la ha vivido muy de cerca es la comunicadora Iliana Hernández, quien este domingo denunció la materialización de una cuantiosa multa en su contra y decomisos de bienes de trabajo, bajo fabricadas acusaciones de receptación.
“Finalmente los represores me impusieron la multa de tres mil pesos y me robaron mi ordenador y el teléfono bajo el Decreto Ley 370, hoy vino una señora de la oficina de multas a avisarme que el día 13 se me duplica a seis mil pesos si no la pago antes”, denunció Hernández en su perfil de Facebook.
Según subrayó, esto ocurre estando ella bajo fianza por supuesta receptación, lo cual demuestra que “a estos ladrones lo que les importa es robarme y además cobrarme por el robo que me hacen, no me van a callar, seguiré denunciando a esta mafia del crimen organizado, algún día pagarán por todo el daño que hacen al pueblo cubano, partía de delincuentes”.
Hernández justificó su post con el agravio sufrido, pero también lo convirtió en un rato para el régimen. “Esto es para que me sigan poniendo multas, con gusto las pago, pero no me van a quitar el gusto de llamarles lo que son, mafiosos, delincuentes, ladrones y ahora pongan otra multa represores”, escribió.
El 9 de enero la comunicadora había sido víctima de un registro policial en su vivienda. En esa ocasión, fue amenazada y finalmente detenida, y se le decomisaron varios bienes personales y de trabajo.
Hernández relató a ADN Cuba que le fueron robados impunemente tres ordenadores, su teléfono móvil, un trípode, un disco duro roto, una memoria USB y dos antenas televisión, entre otras pertenencias. La acusaron de receptación de esas propiedades y le exigieron para salir en libertad el pago de mil pesos en moneda nacional.