Primer secretario del Partido en Cienfuegos “evalúa” comportamiento de dar “botella”

Prosiguen las indicaciones y estrategias en los territorios cubanos para perfeccionar las "botellas". ¿Estamos en presencia de la coyuntura 2.0 o por decreto presidencial se convertirán todos los autos, salvo los de unos pocos, en taxis?
La botella va camino a convertirse en decreto, aunque, sin combustible, de poco servirá
 

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Ayer ADN Cuba preguntaba si regresaban la coyuntura y las botellas, dando por hecho que ésta hubiera terminado. Un reporte de una emisora radial habanera recogía declaraciones de una funcionaria pública de la Habana Vieja que explicaba las “estrategias” para que los autos estatales recogieran pasajeros en distintos puntos de acceso y salida del municipio.

Si bien lo peor de la coyuntura de septiembre de 2019 mermó en unos dos meses, el hecho de que en La Habana estén dando nuevas indicaciones para que los autos de empresas y organismos apoyen en la trasportación diaria de pasajeros despierta, cuando menos, inquietud.

Y no es sólo en La Habana. Este domingo el medio oficialista 5 de septiembre dio cuenta, en la habitual palabrería vacía del discurso oficial del régimen, del “sistemático quehacer” que “mostró el Grupo de Enfrentamiento en Cienfuegos al evaluar el comportamiento de la recogida de pasajeros en los puntos de embarque”.

Según el medio provincial, la evaluación de las “botellas” contó con la presencia de Félix Duartes Ortega, primer secretario del Partido, quien “insistió en la adopción de medidas con quienes hacen caso omiso a la necesidad de los conciudadanos”.

Semanas atrás, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, afirmó que las prácticas solidarias instrumentadas durante la coyuntura debían convertirse en política cotidiana por mandato gubernamental. Sin embargo, es sabido que apenas se reestableció en cierta medida el suministro de combustible, los solidarios cada vez eran menos.

En ese sentido, la reunión cienfueguera reconoció que la recogida de pasajeros “todavía muestra fisuras en el comportamiento de no pocos choferes que hacen oídos sordos a la indicación formulada por el presidente de la República”.

Por ello, Raúl González Quintana, secretario del Consejo de la Administración de la provincia, “exhortó además a recoger personal en otros sitios de la ciudad capital, como es el caso de las paradas, pues muchas veces los choferes estatales pasan de largo demostrando insensibilidad y falta de solidaridad”.

Puede que todo, lo de Cienfuegos y La Habana, se trate de un mero repaso a las indicaciones del jefe del Ejecutivo del régimen. Sin embargo, en Cuba hacen valer mucho eso de que cuando el río suena… De tal suerte, lo menos que puede pensarse es que los repasos a las “botellas” y las estrategias para que se den en mayor número, en un contexto de escasez de combustible y otros productos básicos, están orientados a preparar lo mejor posible la coyuntura 2.0.

 

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