Un grupo de activistas cubanos por el bienestar animal marchó en silencio la mañana de este miércoles en La Habana, como forma de protesta pública por la muerte de un perro en el barrio de La Jata, municipio Guanabacoa.
Los animalistas (una veintena según se aprecia en algunas fotos) iban vestidos de negro y algunos llevaban girasoles en sus manos.
“No eran muchos, pero los suficientes para demostrar que los animales importan, que el perro asesinado brutalmente no era un trapo sucio que se bota porque ya no sirve”, escribió en Facebook la activista Valia Rodríguez, una de las promotoras de la acción.
“Los animales tienen detrás hoy en Cuba un movimiento creciente de personas sensibles que no quieren ni aceptarán más que el maltrato siga impune”, agregó la mujer e insistió en la necesidad de una Ley de Protección Animal “que permita darle un curso legal a actos antisociales y psicópatas como el de La Jata”.
Según dijo, la “marcha en silencio” significó también “una declaración para demandar una HECHOS, no palabras”.
Los animalistas cubanos han estado pidiendo a las autoridades desde hace años una legislación que proteja a los animales y sancione el maltrato y la crueldad, practicado a diario en Cuba en acciones como las peleas de perros y de gallos, en el segundo caso aupadas incluso por entidades estatales.
Ante los oídos sordos del gobierno, los activistas han protagonizado este año tres acciones públicas de protesta. Una marcha en abril hasta el Cementerio de Colón en La Habana, que incluyó carteles y consignas. Luego se plantaron frente a Zoonosis exigiendo el cierre de esa institución, el fin de los sacrificios usando venenos prohibidos a nivel mundial, y el rescate de los animales allí encerrados.
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Esa vez lograron iniciar un diálogo con el gobierno que terminó en algunas reuniones y el anuncio de una Ley de Bienestar Animal que elabora el Ministerio de la Agricultura. Sin embargo, los animalistas no cesan en su empeño de defender su causa, y ante el asesinato de un perro cometido por vecinos del barrio La Jata, convocaron a una caminata silenciosa de protesta.
“En qué país nos hemos convertido por ignorar por tantos años la violencia hacia a los animales. Estos tipos que mataron al perro en La Jata no duden que les peguen a sus mujeres, roben y violen, no duden que tengan causas pendientes con el país. En este grado de marginalidad no hay respeto y valoración por nada.
Ya le escribimos a Raúl Castro en el 2017 por el caso de Manzanillo. Nada pasó. ¿Tendremos que hacer un acto de repudio en La Jata para que nos escuchen? (…) Queremos acciones, no promesas”, escribió Rodríguez la noche del martes, poco después de convocar a la marcha.