El pastor Josué Rodríguez Legra, de la Iglesia Bautista de Palma Soriano, Santiago de Cuba, fue víctima este domingo de una “regulación” migratoria por parte del aparato represivo cubano que no cree en libertades de viaje ni religiosas para los ciudadanos de la Isla.
El propio Rodríguez Legra denunció recientemente que las autoridades cubanas le impidieron viajar a Miami.
“Quiero hacerles saber a todos mis hermanos y amigos que me esperaban en Miami a partir de hoy que no he podido viajar pues tengo una prohibición por parte del gobierno cubano que me impide salir del país”, anunció el pastor y agregó que todavía no conoces las razones de la decisión.
“Oren por esta situación. Saludos a todos. Dios les bendiga”, concluyó su escueto mensaje.
Josué Rodríguez Legra es uno de los fundadores de la Alianza de Iglesias Evangélicas de Cuba, que surgió en junio de este año como una alternativa al no sentirse representados “ante las autoridades y el pueblo cubanos” por el oficialista Consejos de Iglesias de Cuba.
El reverendo también preside la Convención Bautista de Cuba Oriental.
Lea también
La represión de las autoridades cubanas contra algunas denominaciones religiosas se ha incrementado como parte de la escalada represiva del gobierno de Díaz-Canel.
A finales de octubre trascendió la noticia de un religioso cubano llamado Juan Bautista Cárdenas, que fue arrestado en Esmeralda, Camagüey, por agentes de la policía mientras se encontraba predicando frente a un edificio del gobierno.
Bautista fue liberado poco después, tras un juicio en que se le acusó de “desacato a la autoridad” y se le impuso una multa de 588 CUP (cerca de 23 USD).
De acuerdo con el testimonio de su hermana, el predicador habría sido agredido por los agentes cuando este les recitó un texto bíblico: “Pero afuera se quedarán los perros, los que practican las artes mágicas, los que cometen inmoralidades sexuales, los asesinos, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira”. En ese momento los agentes se sintieron ofendidos y golpearon y arrestaron al predicador.
Este año el Departamento de Estado de EEUU criticó la situación de Cuba en su informe anual de libertad religiosa internacional, y culpó al régimen de amenazar, detener y usar la violencia contra algunos líderes religiosos y sus seguidores.
Entre las medidas represivas que el gobierno cubano suele aplicar, está la restricción de los viajes nacionales e internacionales para amedrentar a los líderes e impedirles el contacto con religiosos del exterior.
El documento señala que el Partido Comunista de Cuba, mediante la Oficina de Asuntos Religiosos y el Ministerio de Justicia, controla la mayoría de los aspectos de la vida religiosa en el país, y usan la “ley de asociaciones” para negar el registro oficial o no responder solicitudes de ciertos grupos como los Testigos de Jehová y la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.