La selección nacional cubana de voleibol masculino venció a su par de Turquía en la final de la Copa Challenger y logró clasificar a la Liga de Naciones por primera vez desde que existe ese torneo, con lo cual firmó su ansiado regreso a una competencia de élite tras años de ausencia.
En la final del torneo, celebrado en Corea del Sur, los cubanos ratificaron su buen estado competitivo y se alzaron con una victoria indiscutible en cuatro sets (25-17, 23-25, 25-20 y 25-20). El parcial cedido a favor de los turcos fue el único que perdieron en toda la competición, en la que además derrotaron a Chile y República Checa antes de llegar al último desafío.
Según las estadísticas del partido final, Cuba fue superior a Turquía en todos los apartados del juego, excepto la recepción. A nivel individual destacaron Miguel Ángel López y el opuesto Jesús Herrera, máximos anotadores del conjunto del juego con 20 y 19 puntos, respectivamente.
El portal oficialista Cubadebate destacó en su reporte la victoria y clasificación de Cuba a la Liga de Naciones de 2023, que en la copa Challenger los auxiliares Osniel Mergarejo y Miguel Ángel López terminaron como líderes en el servicio, con seis ases cada uno, y que el último terminó tercero entre los mejores anotadores (50 puntos) y bloqueadores (7).
López, capitán de la escuadra dirigida por el ex jugador Nicolás Vives, dijo al finalizar el encuentro que el equipo estaba feliz por la victoria y la obtención del boleto a un evento vedado para la selección cubana hasta ahora, en el que sólo participan los conjuntos de la élite del voleibol en el mundo.
El jugador reconoció al conjunto de Turquía por su desempeño, pero aseguró que su equipo mantuvo más la concentración y no se dejó ir en ningún momento.
“Llegar a la Liga de Naciones significa mucho, porque llevábamos varios años sin participar en la élite. Es un honor y un gran logro representar a Cuba en un torneo como este”, concluyó López, citado por Cubadebate.
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La clasificación de Cuba al evento internacional de voleibol de mayor nivel supone un resurgimiento de la disciplina en la isla, luego de años sin obtener algún título o victoria reseñable.
Las claves para el buen resultado, de acuerdo incluso con la prensa oficialista, pasan por la inserción de jugadores en diferentes ligas y clubes del mundo, así como en la aceptación de que jugadores que solicitaron baja del equipo cubano y emigraron para desempeñarse en otras latitudes pudieran volver a representar a Cuba, lo cual sigue siendo negado a deportistas de otras disciplinas, como el béisbol.
