El dólar en efectivo superó por primera vez este sábado en el mercado informal de divisas en Cuba a la moneda libremente convertible (MLC) de las tarjetas habilitadas por el régimen para la compra en tiendas especiales, según la tasa representativa del medio independiente El Toque.
Establecida a partir del cálculo de la mediana de centenares de mensajes de oferta de compraventa de divisas en grupos de redes sociales, la tasa de El Toque arroja que este sábado 22 de enero se requieren 94 pesos cubanos para comprar un dólar estadounidense en efectivo y 93,2 para una unidad de MLC.
Antes del 1 de enero de 2021, fecha de inicio del “ordenamiento” monetario y cambiario emprendido por el régimen, e incluso con los agravantes a la crisis económica endémica de Cuba provocados por la pandemia de coronavirus, el dólar se equiparaba al extinto peso cubano convertible (CUC) y se podía adquirir en el mercado informal a la tasa fija gubernamental de 25 pesos.
El “ordenamiento” y la escasez de alimentos y bienes de primera necesidad han disparado la inflación en Cuba, al punto de que la moneda nacional de la isla fue la que más se depreció en el mundo durante 2021, de acuerdo con un análisis comparativo de la compañía estadounidense Bloomberg, dedicada a la asesoría y el análisis en materia financiera y bursátil.
Semanas atrás, la unidad de MLC se cotizaba en el mercado informal cubano cerca de 10 pesos más que el dólar.
La tendencia creciente de éste en los últimos días, pese a que los bancos cubanos no lo aceptan para depósitos ni lo cambian, ha sido interpretada como un indicativo de que las personas prefieren tener dinero físico en sus manos para migrar o realizar compras en el exterior, antes que gastar en las tiendas en MLC del régimen, que venden a precios exorbitantes y aun así su oferta no satisface totalmente las necesidades de los pocos cubanos que pueden acceder a ellas.
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El emprendedor cubano Camilo Condis afirmó en Twitter que el hecho de que el dólar valga más que la MLC significa “hay más gente tratando de irse del país que tratando de comprar comida en las tiendas”.
Su interpretación fue compartida en la misma red social por el programador Rafael Santos, para quien “está muy claro que ya el objetivo número 1 no es comer”, sino irse de Cuba.
“Es triste escuchar a todos hablando de vías para escapar de su propio país, es triste saber que no todos lo van a lograr”, escribió Santos.