Camilo Condis, el emprendedor cubano que usa Twitter

A Camilo Condis Twitter le ha enseñado el don de la precisión, decir más con menos, usar solo 240 caracteres para exponer su criterio.
 

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Camilo Condis tiene una apariencia serena, habla despacio, pero mucho, responde lo que se le pregunta y más. Quiere exponer todas sus ideas, pero no es latoso, no abruma con las palabras, parece que su experiencia con Twitter  le ha enseñado el don de decir más con menos, usar solo 240 caracteres para exponer su criterio.

Acerca de mí

 

Se vinculó a Arte Corte en al año 2011, recién graduado de Ingeniería Industrial en la CUJAE. Después estudió un Máster en Dirección Empresarial  enfocado en el sector privado en Cuba, los cuentapropistas específicamente, y su tesis estuvo orientada en producir un negocio rentable pero cien por ciento legal. Entonces hizo una barbería. Se asesoró con Papito, quien desde los años 80 era el barbero de su padre.

Papito es el creador del proyecto Arte Corte, radicado en el Callejón de los Peluqueros, en La Habana Vieja, donde actualmente Camilo colabora de forma voluntaria.

Hace más de 10 años que usa Twitter, esa red social con menos presencia en Cuba, pero que ha sido la compañera más cercana de Camilo, sobre todo en los últimos años.

“Es cierto que en Cuba la red Twitter no es la más popular, no es la que más se usa, pero si donde se dialoga mejor, donde están los temas que me importan. Ya me aburre Facebook, ahí se habla mucha cáscara, como digo yo”, confiesa Camilo con el mayor desenfado posible.

Antes Camilo solo publicaba dos twits a la semana pero desde el 2016 se ha beneficiado con el servicio de Nauta Hogar, la opción que Etecsa, la empresa de telecomunicaciones de Cuba, ha facilitado a algunos clientes.

“Con el Nauta Hogar era mucho más fácil, me conectaba desde mi propia casa, no tenía que ir a una zona wifi, y la cosa se me hizo más fácil aún cuando en diciembre de 2018 se habilitó el 3G para Cuba”.

Ahora Camilo tiene al alcance de su móvil la opción de estar siempre conectado, sin embargo no es la variante más económica. Todos los meses consume un paquete de cuatro GibaBites, y a veces más. Además se le suma las horas de navegación que tiene en su hogar, más las horas que también consume de la wifi.

“¿Qué cuánto gasto? Eso es mejor ni calcularlo”.

“Lo que sí es cierto es que Twitter consume menos que Facebook, que Instagram, que Youtube, por eso me gusta más, es más cómodo para los cubanos que arrastramos la mala conexión. En realidad me enamoré de esa plataforma, la disfruto”.

Pero los precios de Internet no siempre acompañan los deseos de estar conectados. Desde el sábado 29 de Mayo, hasta este pasado sábado 22 de junio se han organizado varios Twittazos para reclamarle a Etecsa que #BajenLosPreciosDeInternet que tienen que pagar los cubanos.

 

“Es necesario que bajen los precios de Internet, el desarrollo económico de Cuba depende en gran medida de eso. Como mismo en su momento se pensó que la libreta de abastecimiento debía abastecer de comida al pueblo entero hoy día hay que entender que Internet debe abastecer de conocimiento al pueblo entero”, manifiesta nuestro entrevistado.

En Twitter están ocurriendo las movilizaciones populares más grandes, es donde mejor se están organizando las comunidades, donde se están abordando los temas más serios, más polémicos, más escabrosos.

Por eso Camilo no es el único cubano que le ha sabido sacar ventaja a Twitter, muchos otros han encontrado en esta red social la vía más expedita para canalizar sus quejas, sus criterios y conocer además la opinión de los ministerios y organismos de la nación cubana.

“En diciembre pasado Miguel Díaz-Canel, nuestro presidente, fue bien claro, dijo que se iba a abrir una cuenta en Twitter, y que todos los funcionarios públicos debían tener una. Esa fue una opción más para que la gente quisiera dialogar en esta plataforma, para plantear sus inquietudes y tal vez, para encontrar respuestas a los problemas”.

Camilo sí cree que por lo menos los funcionarios y dirigentes de este país leen lo que el pueblo expresa, y eso ya es una victoria. Muchos no manejan sus propias cuentas, y eso es claro de ver porque hablan en tercera persona, hacen referencia a ellos mismos hablando fríamente. “Pero Díaz-Canel sí -dice Camilo- él sí debe operar su propia cuenta, amén de que se rodee de un equipo de comunicación, como debe ser”.

“Esto de poder dialogar con los dirigentes es una gran oportunidad porque te saltas las capas intermedias y puedes llegarle a ellos y exponer tus problemas. Además que las consultas en muchos casos han sido positivas, tengo el ejemplo de ministros y viceministros que me han respondido, y eso le ha pasado a muchas otras personas”, aclara.

Camilo no busca seguidores, escribe porque disfruta escribir, no es un youtuber ni se cree un influencer, ese no es su objetivo. En Twiter están las personas que le interesa, que son los funcionarios del gobierno, ahí están los que pueden solucionar sus problemas. Por eso vive pendiente del pajarito azul, de cada notificación, de ese ecosistema que han creado las redes sociales y que al final no es más que el reflejo de la cotidianidad.

 

“En la mayoría de mis twits trato de reflejar lo que vivimos día a día”.

Pero Camilo aclara que él no representa a Cuba ni a todos los cubanos, que es habanero, proveniente de una familia de cuentapropista, es hombre, blanco, tiene altos estudios, por lo que goza de una serie de privilegios que lo diferencian del resto de los cubanos; por eso nunca dice que representa a todos, con sus publicaciones refleja su realidad, que puede en alguna medida coincidir con la de muchos.

“Trato de mostrar lo que pienso yo, sin decir ninguna mentira. Muchas personas se han visto reflejadas en eso y otras todo lo contrario, critican lo que digo y me parece que ambas partes son válidas, disfruto cuando hay un debate.”

Los emprendedores en Cuba han crecido considerablemente en los últimos años. Camilo es uno de ellos, tiene un pequeño negocio con un hostal e interviene en otro negocio de un restaurante. Esos dos trabajos le proveen el tiempo suficiente para estar en el Callejón de los Peluqueros, pendiente del proyecto comunitario, pero sobre todas las cosas, con tiempo para dedicarle a Twitter, para saber quiénes son los líderes de opinión, quiénes son los que en determinado momento le pueden responder a sus interrogantes.

“Me gustaría ver a más emprendedores en las redes sociales, hablando de sus problemas, no importa cuál sea la plataforma que elijan”.

 

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