El joven cubano Armando Sardiñas Figueredo, condenado por manifestarse de manera pacífica en La Habana durante las protestas del 11 y 12 de julio de 2021, recibió un pase del centro penitenciario.
“Feliz año a todos, ante todo, y sí, estoy de pase por solo tres días”, confirmó el joven de 20 años en su cuenta de Twitter.
Sardiñas, conocido como Armandito, recibió numerosas muestras de afecto en redes sociales. “Una buena noticia campeón. Te mando un abrazo enorme”, le comentó el activista de derechos humanos Félix Llerena. Otros internautas refirieron que “es bueno verte” y “se te extraña”.
El usuario Alejandro Romero Fernández le deseó “Feliz año nuevo asere [;] disfruta estos 3 días en la medida de lo posible, ni te conocí, pero se te quiere por lo que hiciste”.
Sardiñas Figueredo, huérfano desde los 18 años, fue sancionado a diez meses de “Privación de libertad subsidiado por trabajo correccional con internamiento”, por protestar el 11 de julio en La Habana.
Un tribunal de esta provincia emitió el dictamen el 20 de septiembre, obligándolo a presentarse a inicios de octubre en el Centro Correccional de La Lima, municipio Guanabacoa.
“A esto se resume todo: trabajo forzado y cumplir una sanción injusta por tan solo pensar diferente y no quedarme callado ante lo que está mal”, declaró Sardiñas en redes sociales.
Lea también
El joven fue detenido en el Capitolio, cuando intentaba sumarse a uno de los focos rebeldes más grandes de la ciudad el 11 de julio. “Por curiosidad me acerqué a esas personas y durante un rato estuve observándolos. Yo estaba entonces algo hastiado de la situación del país, en especial de lo que pasaba en Matanzas y, como cubano que soy, empecé a reclamar mis derechos y los de todos”.
Trabajaba en el restaurante La Dominica, de La Habana, perteneciente a la corporación CIMEX controlada por los militares. Fue expulsado del trabajo luego de su participación en las manifestaciones.
Sobre su arresto narró al medio independiente YucaByte: “De pronto comencé a ver que se acercaba gente de la Seguridad del Estado y del DTI. Ni yo ni nadie ahí agredió a un solo oficial. Aun así, uno de ellos intentó golpearme. Logré esquivarlo, pero al instante otros sujetos me inmovilizaron y montaron en una patrulla”.
Cuando se disponía a ingresar al correccional el 7 de octubre pasado, para cumplir su sanción, Armandito dejó un mensaje de voz en Twitter: “Son tantas las emociones y la impotencia, no sé cómo llamarle. Quiero decirles que Patria y Vida, libertad para los presos políticos, abajo la dictadura, esto tiene que acabar algún día”.
