Un estudiante cubano de 15 años fue expulsado de un grupo de WhatsApp de su Secundaria Básica, por enviar al chat un sticker donde aparecían el presidente Miguel Díaz-Canel y el General Raúl Castro, con el texto: "Elimínalo. Cualquier cosa fue el coronavirus".
Este acto lo denunció el tuitero cubano Ariel Falcón, conocido como "Yo uso mi Nasobuco", a quien uno de los estudiantes de ese centro le envió las capturas de pantalla.
"Dainier, el grupo no es para manifestar tu opinión antipatriota, por favor, sal del mismo", escribió la directora de la Secundaria Básica un día después de que el menor enviara el sticker.
Horas después del comentario de la directora, un usuario conocido como "Secretario" eliminó al estudiante del grupo de WhatsApp.
"Como pueden ver el usuario Dainier fue expulsado del grupo. No se va a permitir, por parte de los administradores ni de la dirección del centro, que se suban al grupo mensajes del tipo antipatriótico o en ofensa a los líderes y valores de la Revolución. Esta medida será tomada con todo usuario que cometa las mismas infracciones, además de un análisis en la dirección de la escuela con el estudiante", escribió.
Falcón también compartió un mensaje de voz supuestamente de la directora: "Lo que él (Dainier) no se imagina que es la directora quien le puso eso. Yo voy a hablar cortico con él cuando tenga la oportunidad".
El régimen cubano persigue y castiga a quienes se expresan libremente, incluidos menores de edad.
Los casos más graves esta semana son los del profesor universitario David Martínez y el médico Manuel Guerra, quienes fueron expulsados de sus trabajos por impulsar la Marcha Cívica por el Cambio del próximo 15 de noviembre.
Un informe de 2020 sobre el estado de la libertad de expresión en el mundo advierte que varios países de Latinoamérica, entre ellos Cuba, Venezuela y Nicaragua, han experimentado un descenso notable en la libertad de expresión en los últimos diez años.
El documento divulgado por la organización Artículo 19, con sede en Londres, analiza 25 indicadores en 161 países a fin de crear un marcador general que puntúa el estado de la libertad de expresión en una escala del 1 al 100.
El informe denuncia el incremento de actos violentos y de intimidación contra periodistas, activistas y comunicadores, así como la continua estigmatización de todos ellos.
