Este miércoles 20 de octubre murió en Cuba el general de Brigada de la Reserva Manuel Fernández Falcón por “un paro respiratorio”, según la prensa oficialista.
En su juventud Fernández Falcón fue miembro del Movimiento 26 de Julio, dirigido por Fidel Castro, y participó en la “lucha clandestina” de la ciudad de Santiago de Cuba, hasta su incorporación a la guerrilla en el Segundo Frente Oriental en 1958.
Cuando terminó la guerra contra el dictador Fulgencio Batista, Fernández Falcón continuó la carrera militar hasta alcanzar al grado de general de Brigada, ocupando distintos cargos en la Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y el Ministerio del Interior (Minint) del nuevo régimen cubano, que lo condecoró en numerosas ocasiones por sus servicios.
Fernández Falcón participó en la intervención militar cubana en Angola. Su carrera en el ejército castrista lo llevó a mandar unidades de tanques y transporte, y fue director de la Academia Militar de las Milicias de Tropas Territoriales (MTT).
Además, fue sustituto del jefe de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y director del Instituto Superior del Minint “Eliseo Reyes”. En el año 1997 pasó a la Reserva por problemas de salud.
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La Televisión Cubana informó que el cadáver del general sería cremado y sus cenizas enviadas al mausoleo del Segundo Frente Oriental “Frank País”.
Con el deceso de Fernández Falcón a los 85 años de edad, suman 17 los militares cubanos de alto rango, en activo o de la Reserva, muertos desde julio.
Tan solo cinco días antes, se conoció el fallecimiento el 15 de octubre de Manuel de Jesús Rey Soberón, general de Brigada de la Reserva, por complicaciones de la COVID-19, según medios oficialistas.
El Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Minfar) comunicó en una nota difundida por el Noticiero Nacional, que el general inició su carrera en 1968 en la base aérea de San Antonio de los Baños.
Rey Soberón fue un militar de academia que ascendió de soldado a oficial a través de cursos de superación. Ocupó cargos como el de técnico de radio y equipos radiotécnicos, jefe de grupo radioelectrónico, ingeniero, jefe de la Dirección del Minfar y director del Colegio de Defensa Nacional, Academia Superior “Máximo Gómez”.
El pasado 30 de septiembre fue noticia el deceso por la COVID-19 de otro general de Brigada, en este caso el militar en activo Diego Cobas Sanz, miembro del Partido Comunista y jefe de la Dirección de Preparación Combativa de las FAR.
El 25 de septiembre murió el coronel Eladio Julián Fernández Cívico, director del grupo empresarial Geocuba, también a causa del coronavirus. Otro tanto sucedió con el general de Brigada de la reserva Hiraldo Antonio Mora Orozco, cuyo deceso por COVID-19 fue informado el 16 de septiembre.
Por otra parte, en septiembre también trascendió la muerte del coronel retirado de las FAR Eduardo Morejón Estévez, veterano de las intervenciones militares cubanas en Asia y África acusado de torturar a prisioneros de guerra estadounidenses en Vietnam. Morejón falleció a sus 82 años, sin que la prensa oficialista se haya hecho eco de la noticia.
Entre los oficiales fallecidos en los últimos meses también se encuentran los generales de Brigada Arnoldo Ferrer Martínez, Armando Choy Rodríguez y Manuel Eduardo Lastres; el coronel de la reserva Santiago Lorenzo Hernández Cáceres, el combatiente del Ejército Rebelde Pedro Gerardo Gutiérrez Santos, el general de División Rubén Martínez Puentes y el general Agustín Peña, jefe del Ejército Oriental de Cuba.
