La congresista estadounidense María Elvira Salazar respondió a recientes ataques de los que fue objeto en la prensa oficialista cubana y aseguró que no descansará hasta liberar a los cubanos de las garras diabólicas del régimen y sus propagandistas, a los cuales, afirmó, “les queda poco” en el poder.
“¡Qué honor me hacen estos canallas! No voy a descansar hasta que ese digno pueblo cubano se libre de sus garras diabólicas. ¡Les queda poco! #SOSCuba”, escribió la política republicana en su perfil de Facebook, a modo de respuesta a un artículo del oficialista Cubasí, que este viernes la calificó de miembro de “la mafia trumpista” de Florida y la acusó de no querer lo mejor para Cuba, así como de estar detrás de las protestas populares que estallaron el pasado 11 de julio.
El artículo criticó que congresistas republicanos, Salazar entre ellos, se reunieran recientemente con miembros del exilio cubano en Miami y urgieran a la administración del demócrata Joe Biden para que habilitara Internet libre en la isla y los cubanos pudieran expresarse al margen de los férreos controles y cortes del servicio que hace el monopolio de las Telecomunicaciones del régimen, Etecsa.
En opinión del castrismo, las declaraciones de la experiodista de origen cubano y ahora representante del distrito congresional 27 de Florida, sobre todo su exigencia de que se habilite Internet en Cuba, “corroboran las denuncias hechas por el canciller cubano que acusaban al gobierno del estado de la Florida de estar detrás de la operación mediática, realizada a través de las redes sociales, que algunos se empeñan en catalogar como un ‘espontáneo estallido social’”.
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Nada dice el artículo de los cortes de Internet de Etecsa para evitar que sus usuarios compartan imágenes de las protestas, se expresen libremente o den evidencias de la represión que ha seguido al 11 de julio. Tampoco da cuenta del número de manifestantes que salieron a las calles ese día ni de los detenidos arbitrariamente y encausados de manera sumaria y bajo cargos fabricados por haber hecho uso de su libertad de expresión y manifestación.
Para el oficialismo todo forma parte de un plan “para la subversión en Cuba” y no una muestra de apoyo de la comunidad cubanoamericana a los residentes en la isla que perdieron el miedo y pusieron su cuerpo para reclamar libertad y cambio.