El atleta cubano Pedro Pablo Pichardo, que representa a Portugal desde el año 2019, consiguió el mayor éxito de su carrera deportiva al erigirse campeón olímpico en el triple salto, este jueves en Tokio.
Pichardo lideró la prueba desde su primer salto que terminó siendo el único oro (hasta ahora) de Portugal, y dejó toda la emoción para la porfía del segundo y el tercer lugar, separados por apenas 14 milímetros.
El saltador de 28 años llegó hasta los 17,98 metros y estableció un nuevo récord para su país de acogida, Portugal, aventajando en el podio de la prueba al chino Zhu Yaming (17,57 metros) y al burkinés Hugues-Fabrice Zango (17,47 metros), informó la agencia de noticias AFP.
Pichardo ya había dado indicios de su excelente forma cuando reinó en el Campeonato Europeo de Atletismo en pista cubierta de Torún, Polonia, celebrado en marzo de este año. Entonces la determinación del cubano nacionalizado portugués, llenó las portadas de los principales rotativos portugueses, tanto deportivos como generalistas.
Por esos días, el atleta nacido en Cuba aseguró que su objetivo era “ser el mejor del mundo” en la modalidad de triple salto. Pichardo, que pertenece al equipo Benfica, es una referencia en el atletismo “por su espíritu deportivo, por su ambición y por su trabajo” señaló el presidente del club Luís Filipe Vieira, en un comunicado emitido tras la victoria en Torún, quien además destacó entonces que “el país entero está orgulloso” del oro ganado por el caribeño.
Ahora, con su actuación en Tokio, Pichardo corona su brillante trayectoria de tres subcampeonatos mundiales, un título europeo y cuatro triunfos en la Liga del Diamante.
Pichardo “desertó” en el 2017
Pedro Pablo Pichardo abandonó la delegación oficial de Cuba en el 2017 y se asentó en Portugal como refugiado hasta obtener la nacionalidad. El joven comenzó su andadura en el atletismo al debutar con triunfo en el Campeonato Mundial Junior de Barcelona en 2012, donde registró una marca de 16,79 metros.
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A pesar de su notable rendimiento físico, una lesión en el tobillo derecho le apartó de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, ya que las autoridades deportivas de Cuba denegaron su participación ante el temor de que su micro-fractura se agravase.
En el 2017, Pichardo se marchó de la concentración cubana y partió hacia el Benfica portugués, con quien ha competido desde entonces, primero con un estatus de refugiado en el país.
Conocido como PPPP (su segundo apellido es Peralta), el joven dos veces subcampeón mundial, recibió la ciudadanía portuguesa en noviembre del 2017 después de sopesar también la opción española.
Muchos deportistas cubanos, sobre todo en el atletismo, abandonaron los equipos de la isla ante la falta de incentivos, malas condiciones de entrenamiento o el excesivo control de las autoridades del régimen cubano, y se ubican en la élite de las competiciones internacionales.