El premiado escritor cubano, Leonardo Padura, se refirió a las protestas populares del pasado 11 de julio en la Isla para señalar que "hubo en muchas partes del país gente que salió a pedir libertad por ejemplo, y es muy serio cuando la gente grita pidiendo libertad".
"Creo que los sorprendió esa manifestación porque no fue que en una cola empezaran a gritar algo, es que hubo en muchas partes del país gente que salió a pedir cosas, a pedir libertad por ejemplo, y es muy serio cuando la gente grita pidiendo libertad", declaró Padura a la agencia EFE.
De acuerdo con el también periodista, sus novelas escritas y muchas de ellas publicadas en Cuba, como 'El hombre que amaba a los perros', 'Herejes' o 'La novela de mi vida', "son de los documentos más radicales que se pueden haber escrito y dicho sobre este país. Y eso a mí me da mucha tranquilidad".
El premio Princesa de Asturias de las Letras (2015) reconoció que ha sido criticado tanto de la oposición, como del oficialismo.
"Con cierta frecuencia recibo ataques de un extremo y de otro, porque trato de ser justo y de hablar de verdades sobre las que existe un cierto consenso. Ya se sabe que la verdad no es absoluta, lo que es absoluto es la mentira. Y yo en ninguno de mis textos, ni en mis novelas ni trabajos periodísticos, necesito de la mentira para hablar de Cuba".
Sin embargo, dijo estar "muy tranquilo conmigo mismo, no puedo satisfacer todas las posiciones, no quiero ponerme en ningún extremo, le tengo mucho miedo a los fundamentalismos y a los extremos porque parten de que su razón es la única razón posible, y creo que siempre hay más de una razón y se debe dialogar entre estas razones".
También el escritor habló de problemas del país como el hacinamiento en La Habana.
"Te das cuenta de que ese no es el país por el que hemos trabajado, por el que hemos soñado, por el que se han hecho tantos sacrificios. Hay que buscarle soluciones a esas personas", agregó.
Asimismo cuestionó la represión estatal contra manifestantes el pasado 11 de julio.
"Las respuestas violentas no son para nada la cura que está necesitando este país, que no es el mismo que era hasta hace 15 días. Es un país diferente y hay que manejarlo de una manera diferente", explicó.
Ya desde el pasado 16 de julio, opinó en AFP sobre las históricas manifestaciones y dijo que este era "un grito que es también el resultado de la desesperación y que debe ser escuchado por las autoridades”.
"Para convencer y calmar a esos desesperados el método no puede ser las soluciones de fuerza y oscuridad, como imponer el apagón digital (…) mucho menos puede emplearse como argumento de convencimiento la respuesta violenta, en especial contra los no violentos (…) Muchas cosas parecen estar hoy en juego, incluso si tras la tempestad regresa la calma", destacó el autor de novelas negras.