La situación epidemiológica en Ciego de Ávila se encuentra crítica, con 20 muertos a causa de la COVID-19 en el último día y hospitales colapsados de pacientes. En redes sociales circulan denuncias sobre falta de atención médica en esa provincia.
Un video publicado en Facebok por la usuaria Daimary J González Pérez, muestra a un veterano fallecido en el centro de aislamiento de Ciencias Médicas.
"Mira, lo dejaron morir. Un combatiente que luchó por este país. Voy a acusar a la Dirección Provincial de Salud completa", expresó su hijo entre lágrimas.
Otro cubano de esa ciudad, Orestes García Benítez, lamentó que en su localidad "las personas mueren así como moscas todos los días. No puede ser que no tengan a dónde ir, no puede ser que mueran porque no dan a basto los equipos de respiración, porque no tienen medicamentos ni nada que darles".
Por otro lado, la cubana Bárbara Echemendía compartió en redes sociales que su madre, olvidada en un hospital de Ciego de Ávila, murió sin atención médica.
"Nadie me vio, no había camillas, no había nada, ni los médicos la atendieron. Le hablaba a los médicos y me viraban la cara. Acaba de fallecer", declaró Echemendía en un video que se ha hecho viral y que muestra el cadáver de su madre en la parte trasera del automóvil.
La mujer confirmó a ADN Cuba que su padre había recibido un diagnóstico positivo a la COVID-19 y dijo sentirse "impotente". El suceso ocurrió en el Hospital General Docente "Roberto Rodríguez", de esa provincia ubicada al centro de Cuba, a donde fue remitida la anciana debido a un cuadro agudo de falta de aire.
Echemendía criticó al sistema de salud cubano por la muerte de su madre, sin embargo, no es la única cubana que adopta esta actitud al conocer cómo funciona realmente la atención a enfermos graves en hospitales de la isla.
Las denuncias de los isleños en redes sociales dan cuenta de un deterioro general de lo que el régimen califica como uno de los “logros de la Revolución”: su sistema de salud pública.
El propio gobierno reconoce que hay escasez de medicamentos, pero los cubanos agregan la ruina de las instalaciones hospitalarias, la negligencia del personal médico y la falta de equipos como ambulancias.
Yamilian Tamayo, una cubana que llegó a la isla procedente de Rusia con coronavirus, murió en un centro de aislamiento en marzo de 2021 por falta de una ambulancia.
En enero de 2021, Nayelis de Jesús Montalvo Hernández murió en Cuba de un paro respiratorio, sin que pudiera llegar a un hospital porque no había una ambulancia equipada para hacerlo en el municipio Colón, Matanzas.
Pero los casos de Nayelis y Yamilian no han sido los únicos. Por ejemplo, irregularidades en este servicio en Holguín provocadas por la falta de combustible en la provincia, hicieron que los pacientes y sus familiares recurran cada vez más al transporte privado (no especializado) para solucionar sus urgencias.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) denunció el caso de un anciano de 98 años, que en Guantánamo esperó al menos una hora para que lo recogiera una ambulancia y lo trasladara al hospital.
En mayo, el Sistema Integrado de Urgencias Médicas (SIUM) de La Habana —que gestiona el transporte de casos graves— aseguró que la disponibilidad de ambulancias aumentará en la capital, luego de reparaciones al parque motor de la institución.