Emigrados cubanos en Argentina denunciaron “complicidad” de las autoridades del país sudamericano con la dictadura castrista, para impedir que manifestaciones pacíficas lleguen hasta la embajada de La Habana en Buenos Aires.
El artista exiliado Luis Alberto Mariño Fernández, devenido activista a favor de la democracia en la isla, publicó en sus redes sociales un “mensaje a los funcionarios argentinos que tomaron la arbitraria decisión de no dejarnos pasar” a la embajada este fin de semana.
“No sean cómplices de la dictadura cubana. Porque la complicidad debilita la democracia. A los ciudadanos argentinos: ¡no dejen que la tibieza y la comodidad destruyan la democracia que tanto les costó!”
En un video publicado por Mariño, se ve a decenas de personas con una gran bandera cubana y carteles donde se lee “Patria y Vida”. También acudieron a la protesta pacífica con tambores y otros letreros de denuncia.
Los audiovisuales, muestran cómo la policía bonaerense hizo una barricada en la calle para impedir el paso. Según Mariño, los emigrados cubanos y argentinos solidarios con la causa democrática, intentaron “reclamar nuestros derechos y el policía no nos respondía. ¡Una vergüenza y una falta de respeto!”
“Nos vimos obligados a tomar las calles dar la vuelta y entramos y nos manifestamos frente de la embajada”, añadió.
Mariño señaló específicamente a Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, así como a Diego Santilli, vicejefe de Gobierno y ministro de Seguridad de esa urbe, a quienes les pidió: “No más complicidad”.
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“Es muy fácil dejar a los violentos tomar la embajada y hacer su manifestación a favor de la dictadura cubana. ¿Pero a nosotros que somos pacíficos y que defendemos al pueblo cubano y a la democracia no? ¡Basta de tibieza, acá vamos a reclamar nuestros derechos!”, dijo el cubano a los funcionarios argentinos.
Música por la libertad de Cuba
Luis Alberto Mariño es un compositor de prestigio entre las nuevas hornadas de músicos clásicos de la isla. El graduado de Composición en el Instituto Superior de Artes (La Habana), desde finales del 2020 acostumbra a plantarse durante varias jornadas de manera pacífica frente a la delegación diplomática del castrismo. Allí, el joven artista toca con viola o violín piezas famosas y otras de su inspiración, para manifestarse a favor de causas como el respeto a los miembros del Movimiento San Isidro y la liberación de los presos políticos cubanos.
En otras ocasiones, Mariño denunció hostilidad de argentinos y cubanos defensores del régimen de La Habana, que lo hostigan por sus protestas.
“Siempre trato de no abrir canales de violencia, ya sean verbales o de otro tipo”, dijo en diciembre del 2020.
En una entrevista con el medio independiente CubaNet, contó algunas de las provocaciones de la sede diplomática: “Los incidentes son pocos porque no se justifican. En una ocasión un supuesto policía federal intentó echarme de la calle, pero yo estoy bien documentado sobre la legalidad de mi performance. En otra ocasión un funcionario de la embajada empujó a un amigo que pedía la libertad de Denis”.
Incluso, funcionarios del castrismo prepararon un acto de repudio para contrarrestar la convocatoria a movilizarse de varios activistas independientes.
“No hubo enfrentamientos porque hicimos nuestra manifestación en la esquina, pero cerraron la calle. Cuando conocieron de nuestra protesta, en pocas horas trajeron mucha gente en guaguas, igual que en Cuba”, declaró a CubaNet.