El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, condenó este 1 de julio las violaciones de derechos en las “misiones médicas” que vende el régimen de Cuba a otros países, y las definió como ejemplo de “trata de personas”, durante la presentación del Informe sobre el Tráfico Humano para el 2021.
Por su parte, la embajada de Washington en La Habana, publicó en Twitter una parte del documento, y reafirmó que “Estados Unidos sigue preocupado por las prácticas explotadoras y de trabajos forzados en las misiones médicas internacionales del gobierno cubano. Los derechos humanos y laborales de los médicos cubanos son esenciales”.
La sección sobre Cuba del informe afirma que hay “fuertes indicios de trabajo forzado” por parte del gobierno cubano en “su programa de misiones médicas en el extranjero”.
También se recoge en el documento que el régimen “no cumple plenamente con las normas mínimas para la eliminación de la trata y no está haciendo esfuerzos significativos para hacerlo (...) Durante el período que abarca el informe, hubo una política o un patrón gubernamental para beneficiarse de los programas de exportación de mano de obra con fuertes indicios de trabajo forzoso, en particular su programa de misiones médicas en el extranjero”.
En otras secciones del informe, el Departamento de Estado emite la recomendación de que el país “examine a los profesionales médicos cubanos y los remita a servicios apropiados”, dadas las “preocupaciones significativas sobre los indicadores de trabajo forzoso en las misiones médicas cubanas”.
Julie Chung, subsecretaria de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, declaró: "Instamos a los países a proteger los derechos del personal cubano de la salud, a exigir transparencia en los contratos entre el gobierno cubano y el personal de la salud, y a asegurar que se les page directamente y tengan libertad de movimiento".
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El abogado Jason Poblete, presidente de Global Liberty Alliance, opinó que el gobierno de La Habana “debe poner fin a las prácticas de trabajo forzoso en los trabajadores médicos, pero también deben hacerlo las democracias de la región que contratan estos servicios”.
“Las naciones que firman contratos con Cuba deben comenzar por garantizar que las leyes laborales nacionales se apliquen a estos acuerdos o terminar con ellos”, añadió Poblete, cuya organización ha presionado durante los últimos dos años en Brasil, Uruguay, Guatemala y Honduras para obtener más transparencia en la contratación de profesionales cubanos.
Respuesta del régimen
Bruno Rodríguez Parrilla, ministro castrista de Relaciones Exteriores arremetió contra el gobierno de Estados Unidos por el señalamiento de la trata de personas mediante las “misiones médicas”.
La oficialista Agencia Cubana de Noticias, reprodujo declaraciones del canciller de la dictadura: “Las acusaciones del Secretario de Estado Bliken contra Cuba en materia de trata de personas son deshonestas y ofenden al personal cubano de la salud. Repiten sin pudor las mentiras fabricadas durante el Gob. de Trump para justificar la agresión. Muestra de la corrupción política”, tuiteó Rodríguez Parrilla.
Por su parte Johana Tablada, subdirectora de Estados Unidos del Minrex, dijo que “se desacredita gobierno de Biden al reiterar sin pudor las mismas mentiras y presiones bochornosas de Trump contra terceros que costaron vidas y despojaron a miles de personas de servicios médicos en [otros] países”.
La diplomática castrista aseguró que Cuba tiene política de “Tolerancia Cero” ante cualquier modalidad de trata de personas.