El cubano Michael Valladares denunció desde su perfil de Facebook que un “anciano desprotegido” vive en una parada de ómnibus en la occidental provincia de Mayabeque. En la publicación se detalla:
“vive en la parada de la carretera San Felipe-Quivicán. Hizo de la parada su casa, allí come, duerme y lo hace todo. Su comida mayormente es mango. Allí duerme y despierta entre los ruidos y la gente que se baja a la parada. Come lo que consigue o lo q le regalan las personas que se apiadan de este anciano abandonado”.
Valladares, quien según describe en su muro de Facebook es defensor de los derechos humanos en la Isla y director provincial del Partido Republicano de Cuba, compartió imágenes del anciano. En las fotografías del lugar se puede observar que no tiene ninguna pertenencia y vive en condiciones muy lamentables.
“Mientras, dirigentes y autoridades municipales viven a toda comodidad”, denunció este cubano y advirtió además que “aún quedan muchos casos como estos de personas sin hogar: mendigos a merced de la caridad humana”.
“Aumenta la miseria del pueblo cubano y aumentan las cuentas bancarias de los militares que controlan al país”, concluyó Valladares.
El post generó disímiles reacciones y comentarios. Miladys Pelier, señaló: “Aquí en Cuba hay muchas personas viviendo así y lo más triste es que el desgobierno lo sabe y no hacen nada”.
“Esto es lo que hace el comunismo catrista: tener a muchos cubanos durmiendo en las calles y en la miseria”, opinó Manuel Cecilio Ramos Ramírez.
Por su parte, desde la cuenta identificada como Cuenta Conmigo se añadió: Triste como la corrupción, el robo y la poca atención a sus mayores. No le interesa a los que dirigen este tiránico régimen.
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A inicios de este mes ADN Cuba también reportó sobre una pareja de ancianos residentes en el municipio Baracoa, provincia de Guantánamo, con una pobre situación económica y de vivienda, sin recibir ayuda del Estado cubano.
Mirian Kakie Sánchez y Miguel Matos Lobaina viven en la calle Joa #68, desde hace 20 años. Llevan 42 años de matrimonio y su vejez la pasan en medio de una profunda precariedad y escasez.
En octubre pasado se cumplieron cinco años de que están con la casa “rota”, tras el paso del huracán Mathews. La anciana asegura que las autoridades declararon su vivienda como un “derrumbe total”.
Tras el paso del ciclón solo la ayudaron con madera para mitigar los daños. Otros materiales de la construcción son imposibles de costear por esta familia, que solicitó un subsidio y se le negaron las autoridades locales del régimen durante mucho tiempo, alegando que “otras cosas” tenían más “prioridad”.
En esas condiciones deben continuar viviendo la pareja. Mirian, de 66 años, padece “dolores de cabeza”, pero no dispone de mentol ni Duralgina (dipirona) para aliviarse. Por su parte Miguel Matos (77 años), cree que con vitaminas podría levantar sus defensas y dejar su postración en cama. También necesita diazepam y otros medicamentos que, aunque estén disponibles, “los cogen la misma gente de la farmacia”, dice.
El envejecimiento en Cuba constituye el principal problema demográfico. La población con 60 años alcanza un 18,3 % y se espera que para el 2025 este grupo supere más del 25 % de la población total, siendo uno de los países más envejecidos de América Latina,
En tanto, no se diseñan y articulan políticas gubernamentales en apoyo a este segmento poblacional, ni se priorizan ampliar y mejorar instituciones sanitarias y de cuidados que favorezcan el cuidado de los ancianos cubanos.