Intelectuales, académicos y activistas han dado vida a Cuido60, un observatorio independiente orientado a la indagación y análisis sobre la vejez, los cuidados y los derechos de los adultos mayores en Cuba.
La iniciativa será presentada el venidero martes 15 de junio a las 12:00 horas (17:00 GMT), aunque desde su concepción sus metas son claras: “monitorear de manera independiente procesos, actores y políticas relacionados con el envejecimiento y el derecho al cuidado en Cuba”.
Así lo precisó la socióloga Elaine Acosta González, directora ejecutiva de la iniciativa, a Radio Televisión Martí, medio al que adelantó que los estudios de Cuido60 sobre el proceso humano de envejecer se harán en perspectiva comparada con América Latina.
Además de Acosta, en el panel de presentación del observatorio estarán el director del Cuban Research Institute de la Universidad Internacional de la Florida, Jorge Duany, y el director de la Fundación 4 Métrica de Colombia, Sergio Ángel.
En la exposición, a través de Zoom, se lanzarán las primeras convocatorias de Cuido60 y su plataforma web y cuentas en redes sociales.
Según declaró Acosta al referido medio, el nuevo relator de derechos busca también “promover un debate público que ayude a documentar y sensibilizar sobre las vulneraciones de los derechos de las personas mayores y sus cuidadores, y contribuir a la formación de las organizaciones de la sociedad civil que prestan servicios a esta población”.
Por su parte, Ángel adelantó que “Cuido60 se ocupará de sistematizar la información sobre organizaciones comunitarias encargadas de atender a las personas mayores en Cuba, además de elaborar un mapa con información desagregada por provincias que permita identificar los vacíos y desafíos”.
Problema demográfico
El envejecimiento poblacional es uno de los principales problemas demográficos de Cuba. En el último censo, en 2012, el 18,3 por ciento de los cubanos tenía 60 años o más, cifra que en 2020 creció a un 21,3 por ciento de la población y que se espera alcance más de 25 puntos porcentuales en 2025.
Ello impactará negativamente en la economía y hará que Cuba se convierta a en uno de los países más envejecidos de América Latina, lo que supone elevados costos sociales.
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Son varios los factores que inciden en el envejecimiento poblacional de la isla. Entre estos están un índice de natalidad incapaz de garantizar el reemplazo poblacional, la elevación de la esperanza de vida en Cuba durante las últimas décadas y la emigración de jóvenes y otros grupos etarios económicamente activos.
En 2020 el número de muertes en la isla superó al de nacimientos, por lo que el discurso oficial ha insistido en la importancia de “enfrentar el descenso de la natalidad en el país” y enfrentar los retos del envejecimiento.
Para garantizar el reemplazo poblacional, un país debe tener un índice de natalidad de 2,1 hijos por cada dos padres y una cifra de nacimientos superior a la de los decesos en determinado período de tiempo.
Sin embargo, en Cuba ambos indicadores distan de lo requerido. De continuar persistiendo en el tiempo la tendencia, influida por condiciones económicas que instan a las parejas a no procrear o a hacerlo en cuantías demográficamente poco significativas, el envejecimiento seguirá golpeando a un país con una economía insuficiente para garantizar necesidades básicas de su población.