Un apicultor cubano denunció en redes sociales que ha perdido “toneladas de miel” por la ineficiencia del sistema estatal, o como él le llama, el “burocratismo que nos tiene bloqueados”.
Este fin de semana Yoandy Verea, un cooperativista residente en Perico, poblado de la provincia de Matanzas, hizo pública su inconformidad mediante un post de Facebook.
“Soy apicultor contratado por la apicultura representado por la CCS [Cooperativa de Créditos y Servicios] Ramón Rodríguez Milian de Perico, Matanzas. Actualmente nos encontramos sin combustible desde hace varios meses y las colmenas en el campo llenas de miel”, comienza su denuncia.
Verea cuestiona “a qué institución de la Agricultura de este país le interesa que se pierda tal producción”. El campesino refiere que “ya se han perdido varias toneladas de miel que tanto necesita nuestro país”.
También cuestiona una de las principales frases del arsenal demagógico del presidente y jefe del Partido Comunista, Miguel Díaz-Canel. “Pensemos como país y no tanto burocratismo que nos tiene bloqueados. Hasta cuándo”, denuncia Yonady Verea.
Mientras el régimen organiza caravanas y todos sus medios de propaganda en función de responsabilizar con la debacle económica a los efectos del embargo de Estados Unidos, poco hace para viabilizar que producciones de los mismos cubanos ayuden a mitigar la crisis de alimentos. Durante los últimos meses, se han hecho virales las denuncias de cosechas perdidas por el desinterés y la ineficiencia del sistema estatal de Acopio.
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También, el castrismo arreció la persecución de pequeños productores y comercializadores de alimentos.
A inicios de este mes, ADN Cuba informó que 1300 repollos de col se perdieron porque la empresa estatal de Acopio no quiso recoger la mercancía, según denunció el campesino Héctor González, de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) “Pedro y Bienvenido”, en la provincia de Pinar de Río.
El testimonio del agricultor municipio Minas de Matahambre, difundido en redes sociales por Anadeilys González, señala a la empresa de Acopio ubicada en el Consejo Popular de Sumidero, que el 26 de marzo último “no aceptó el producto que le habían mandado a recoger” al labriego.
En las fotografías publicadas por Anadeilys, se ve al campesino señalando una montaña de coles pudriéndose, sin que él pueda hacer nada.
“Se perdieron 1300 repollos de col”, producto que no será pagado al trabajador rural “y mucho menos fue utilizado en el beneficio del pueblo”, denuncia la joven.
Refiere Anadeilys González que el municipio tiene dos mini industrias que podrían procesar la cosecha. “Las respuestas que le dieron fue que no había fuerza de trabajo y que ya la empresa había cumplido su plan”, aseguró. Lamenta que “ese producto pudo haber sido utilizado para la alimentación de los enfermos y personas ingresadas en los centros de aislamiento, y con otros fines económicos”, en cambio, se perderá.