El congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), como la mayoría de los cubanos esperaba, no deja nada bueno para el pueblo, y sí ha validado cosas como la dolarización del comercio minorista y obstáculos al trabajo por cuenta propia.
Las insatisfacciones sobre el informe central del PCC han comenzado a ocupar el ciberespacio, principalmente las redes sociales, dado que es el único lugar donde los que se atreven pueden hacer uso de su derecho a la libre expresión y tener algo de alcance.
Son muchos los cubanos que protestan sobre la manera en que se aborda en el informe el tema de las tiendas en MLC y la ampliación del cuentapropismo, y algunos hasta señalan de ambigua la redacción del documento.
Pero la insatisfacción con el congreso no solo se limita a su informe, sino también a la manera en que los delegados manejaron estos temas de vital importancia para el pueblo, en evidente complicidad con la cúpula castrista.
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En cuanto a las tiendas en MLC, algunos usuarios de internet las señalaron entre las cosas que no se explicaron de manera clara, y que además los delegados que abordaron el tema no hicieron ninguna referencia a la venta de "artículos y productos de primera necesidad, de fabricación nacional que no es posible encontrarlos en cup", como apuntó un internauta que se identifica como Carlos en los comentarios de un texto publicado este 18 de abril en la versión digital del periódico Granma, donde se reseña el análisis del informe central del congreso.
Los reclamos en este sentido están dados porque los voceros del régimen, incluyendo al presidente designado Miguel Díaz-Canel, al Primer Ministro, y al Ministro de Economía, han afirmado en repetidas ocasiones que en las tiendas en MLC solo se venderían productos de gama alta.
Respecto a esto las críticas también señalan que tampoco se trató en el congreso la razón detrás de que los precios de un amplio número de insumos estén tan elevados con respecto a la media regional, lo que repercute negativamente en el nivel de vida de los cubanos, y afecta el desarrollo del trabajo por cuenta propia.
En cuanto a esto algunos cubanos dijeron no entender la negativa del régimen a permitir que exista una red de comercio minorista no estatal de componentes importados, con miras a cubrir necesidades que la empresa estatal no puede satisfacer, y ponen como ejemplo dispositivos móviles e informáticos, piezas de autos y motos, productos de aseo personal y de belleza, de ferretería, de peletería, vestuario, juguetería y telas, entre muchos otros.
Por último, exigieron que se permita la creación de un sector privado que, con precios acordes a la realidad del país, puedan importar desde alimentos hasta autos y motos, y que contribuya al desarrollo nacional.
