Raúl Castro ratificó este viernes que está entregando la dirección del Partido Comunista de Cuba (PCC), el único permitido en la isla, “a un grupo de dirigentes preparados”.
Durante el discurso inaugural del VIII Congreso del PCC, que sesiona en La Habana este fin de semana, el general de 89 años, refirió que tiene la satisfacción de que entrega la dirección del país a funcionarios “curtidos por décadas de experiencia en su tránsito desde la base hasta altas responsabilidades (…) llenos de pasión y espíritu antimperialista, y sabedores de que representan la continuidad de la Revolución”, según reportó la oficialista Agencia Cubana de Noticias (ACN).
Como para no dejar dudas de lo poco que mejorará el país luego del cónclave en el que Raúl Castro traspase la jefatura del PCC, el régimen publicita el evento como el “congreso de la continuidad”.
El sucesor de la dictadura de Fidel Castro, no detalló quién asumiría el cargo de Primer Secretario del PCC, pero anteriormente ya había anunciado que cedería el control a Miguel Díaz-Canel, el presidente designado del país desde 2018. Su reemplazo se espera sea informado durante los cuatro días del Congreso que concluye el lunes.
Castro aseguró en declaraciones que fueron transmitidas por la televisión estatal del régimen que “nada lo obligó” a retirarse del Partido Comunista y que continuaría “luchando” para defender la revolución iniciada en 1959, devenida la dictadura más longeva del hemisferio occidental.
¿La salida de Raúl al frente del Partido Comunista, supone el fin de los Castros en el poder?
Rosa María Payá, promotora de Cuba Decide y su principal impulsora, explicó que “el régimen ha hecho un gran esfuerzo de propaganda para promocionar el VIII Congreso del Partido como un momento de cambio. Es un cambio fraude, el poder permanece en manos de la familia Castro y del pequeño grupo de generales dueños del conglomerado militar. En la Isla, todos saben que el congreso es una puesta en escena diseñada para el consumo externo, para poner de manera meramente nominal un rostro civil a la dictadura e intentar concesiones económicas de Washington y Europa mientras el pueblo cubano continúa siendo el gran excluido”.
Añadió que “el cambio democrático en Cuba solo comenzará cuando se garanticen los derechos humanos fundamentales y los ciudadanos tengan la posibilidad real de participar, cuando el régimen cubano se someta a la voluntad soberana del pueblo. Ese es cambio de sistema que estamos reclamando”.
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Cuba no es el Partido Comunista
El VIII Congreso del PCC se celebra a la par que agentes del régimen imponen arbitrariamente detenciones y arrestos domiciliarios a activistas, artistas y periodistas independientes a favor de la democracia en la isla. La Seguridad del Estado también ha interrumpido la conexión a internet de las voces disidentes que denuncian la penosa realidad que prevale en el país.
Durante estos días ciudadanos de dentro y fuera de Cuba se unieron a la campaña de encender una #LuzDeAlarma, como protesta contra el llamado del régimen cubano a dar “continuidad” al castrismo, luego del VIII Congreso del PCC que inició este 16 de abril.
Los hogares de muchos cubanos en barrios de la isla y el exilio, se llenaron de las luces de los teléfonos móviles, velas y linternas, para sumarse a la convocatoria de la plataforma opositora Cuba Decide, que invitó también a publicar imágenes sobre el gesto simbólico de rechazo a la dictadura.
“Se trató de una protesta no violenta (…) que fue realizada de manera conjunta por muchas organizaciones de la sociedad civil y por miles de cubanas y cubanos que decidieron encender una #LuzDeAlarma justo antes del inicio del 8vo Congreso del Partido”, explicó Cuba Decide en un comunicado.
“Prendo la Luz de Alarma porque Cuba no es el PCC, Cuba es de todos los cubanos”, fue el mensaje repetido miles de veces a partir de las 8:32 p.m. de este jueves, tomando las redes sociales de los cubanos.