La historiadora y curadora de arte cubana, Carolina Barrero, denunció a través de sus redes sociales la permanente vigilancia policial que el régimen le ha impuesto desde hace más de 20 días.
“Día, tarde, noche, madrugada. Ahí está la patrulla, el policía de azul, la policía militarizada y el agente de la SE (Seguridad del Estado). Cada cierto tiempo pasa otra patrulla que hace la ronda nocturna, se queda un rato, luego sigue. Tiran las puertas de los carros y miran constantemente a mi balcón”, señaló la joven integrante del grupo 27N en su perfil de Facebook.
Barrero advirtió además que a los uniformados castristas “no les basta con el toque de queda, con la precinta amarilla que desde hace tres semanas tengo en la puerta de mi edificio”. “Tanto prisma para una muchacha sola que toma té y lee libros en la azotea. Que peligro eso. Han perdido la cabeza, todas las papeletas”, añadió.
La curadora y activista a favor de la democracia en la isla, advirtió también en la tarde de este sábado 17 de abril que agentes de la Seguridad del Estado, han insistido en hablar con ella en el día de hoy y se ha negado a salir de su residencia.
“Abajo de mi casa está la SE tocándome la puerta. Quieren que baje, ha venido a decirme la vecina. Yo no tengo nada que hablar con la SE. Ellos lo saben”, aclaró en otra publicación.
“Si quieren sacarme de aquí van a tener que hacerlo a la fuerza, allanando un domicilio, como hicieron ayer con Luis y Afrika”, concluyó la joven aludiendo a la detención arbitraria con la que el régimen puso fin este viernes al performance contra la represión y la tortura, iniciado la víspera por el artivista Luis Manuel Otero Alcántara, coordinador del Movimiento San Isidro.
Otero fue liberado este sábado y según comentó a ADN Cuba, además del acto de repudio y la detención de los que fue objeto, los represores y sus acólitos le quitaron todas las obras que tenía exhibidas en su casa, así como el garrote vil desde el que hacía el performance.
El VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) se celebra en La Habana -a puertas cerradas y sin acceso a prensa extranjera acreditada en el país- a la par que agentes del régimen imponen arbitrariamente detenciones y arrestos domiciliarios a activistas, artistas y periodistas independientes. La Seguridad del Estado también ha interrumpido la conexión a internet de las voces disidentes que denuncian la penosa realidad que prevale en el país.
Lea también
La historiadora hispanocubana Carolina Barrero, víctima del aparato represivo castrista por su activismo, que no se ha detenido a pesar de la persecución, fue acusada por el régimen en meses pasados por una causa que luego se desestimó porque era insostenible desde cualquier ángulo.
El "delito" cometido por esta joven fue utilizar la imagen de José Martí, “apóstol” de la independencia, para denunciar la doble moral en la vida pública que engendra un sistema totalitario. Barrero parafraseó uno de sus poemas para incluir un interrogante propio: “Dos patrias tengo yo: Cuba y la noche. ¿O son una las dos?”.
Barrero imprimió la postal, lo que según el gobierno de Miguel Díaz-Canel, es un delito. “Es un Martí hecho de estrellas, con el trazo de la ternura y del ensueño. No hay una pizca de ofensa en ese dibujo, es todo respeto e ilusión. Este impreso no es desorden público”, explicó la artista a través de sus redes sociales sobre la camiseta donde aparece el Martí estrellado y la frase.
Aunque, en realidad, lo que está detrás de esta persecución aparentemente ridícula es un sistema con fobia a todo lo que hable y piense más allá de los límites del Estado, refirió la historiadora del arte a El Mundo.