Más de 1 290 000 pesos de multa impusieron las autoridades cubanas en la provincia Sancti Spíritus en los últimos dos meses por violaciones de precios, aseguran medios locales.
Según Sara Luna Triana, jefa de la Dirección Integral de Supervisión (DIS), el mayor porcentaje de las multas se concentra en los municipios de Sancti Spíritus, Trinidad y Jatibonico.
La mayoría de las multas se aplican en comercios estatales, y están relacionadas con no disponer de las normas de elaboración de productos, precios no visibles y pizarras informativas desactualizadas, las cuales “se prestan para afectar al consumidor”, especificó.
Luna Triana señaló, igualmente, que la mayor parte de las multas aplicadas en el sector privado corresponde a cafeterías, debido a precios no visibles y a violaciones de estos, entre otras anomalías, incluidas la venta de renglones industriales de primera necesidad, como la pasta dental.
Con multas que van desde 2500 hasta 15 000 pesos, el Decreto No. 30 establece las contravenciones personales, sanciones, medidas y procedimientos a aplicar por la violación de las normas que rigen la política de precios y tarifas, y es aplicado a las personas naturales relacionadas con la comercialización de bienes y servicios, de forma mayorista o minorista.
Las multas duplican su cuantía una vez transcurridos los primeros 30 días después de la imposición. Si durante ese periodo no se formaliza el pago, se radica una denuncia legal contra el multado ante la unidad de la Policía Nacional Revolucionaria correspondiente.
“Pagas o pagas”, el problema de solventar una multa en tiempos de crisis
Con todo, y debido a la crisis económica, pagar las cuantiosas multas que impone el estado se ha vuelto un dolor de cabeza para muchos cubanos, ya sean gerentes de comercios estatales, cuentapropistas o simples ciudadanos.
Uno puede hallar ahora mismo colas de personas naturales y jurídicas para cumplir la sanción en todo el país. Lo cierto es que el impago de multas es un mal que se arrastra en el tiempo, marcando una ruta en que se enquista la mala huella de la impunidad.
“Estoy aquí por tercera vez para negociar pagar a plazos una multa de alta cuantía que me pusieron”, comentó Jorge a un medio oficial de la oriental provincia de Guantánamo. Jorge es un trabajador que busca una forma de mantener a flote su economía tanto como cumplir con las sanciones.
El recurso legal extremo de las autoridades locales para dirimir impagos es presentar expedientes a tribunales. Se aplicó en 12 casos el año anterior, de los cuales ocho pagaron en el acto y solo cuatro debieron ser sancionados hasta con cárcel.
Algunos, por no poder pagar, se suicidan
Un joven cubano vendedor de productos agrícolas se suicidó el 29 de marzo en la provincia de Holguín, luego de ser multado con 5000 pesos y no poder pagar, denuncian activistas.
El joven de 25 años de edad, con otro amigo vendía productos agrícolas de manera ambulante, en una carretilla.
“Como sabemos, esta actividad es ilegal, como todo en Cuba. El represor conocido con el nombre de Góngora, le impuso una multa de $ 5000, cuando vendía plátanos en la calle”, explicó Elena Larrinaga, presidenta de la Red Femenina de Cuba.
Según su versión, también le decomisaron los plátanos. “Este joven se vio acorralado, en medio del hambre y la vida de perros que estamos llevando, y no vio otra salida, que la de quitarse la vida. Era huérfano de madre y padre”.
Durante los meses de pandemia, el régimen elevó drásticamente el monto de las multas y lanzó miles de inspectores a las calles, principalmente para sancionar por "propagación de epidemia", o "acaparamiento" y "venta ilícita".
Solo durante los primeros 15 días de febrero, en la provincia de Holguín el régimen impuso multas por 374 mil pesos, según fuentes oficiales. En Matanzas y Cienfuegos, en lo que va de año, el monto de las sanciones asciende a más de seis millones de pesos.
