Hasta 24 años de prisión fueron impuestos en juicio contra los presuntos autores de un descarrilamiento del tren Mariel-Habana-Cárdenas, presentado por el régimen cubano como un sabotaje en el contexto de “la política hostil de Washington contra la Revolución”.
Según información oficial, los acusados Miguel Ángel Rodríguez Batista, Yoandris Ortiz Meriño, Raidel Sánchez Mayedo, Joaquín Camejo Corrales y Lázaro Yerson Ramos Salín, serían responsables de “los hechos relacionados con el descarrilamiento intencional del tren que cubre la ruta Mariel-Habana-Cárdenas”, ocurrido el 25 de mayo del 2019, que en ese momento se reportó como un accidente y solo en diciembre del 2020 irrumpió la narrativa oficial del "sabotaje".
El diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista (gobernante y único), publicó este jueves que el 24 de diciembre del 2020, la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal Provincial Popular de La Habana, realizó contra los individuos mencionados el “juicio oral y público correspondiente a la causa número cuatro” del 2020, por los delitos de “sabotaje y otros actos contra la seguridad del Estado”.
El Granma asegura que “a partir de las pruebas practicadas por el órgano judicial, quedó demostrado que el inculpado Rodríguez Batista, por mediación de Yasser Izquierdo Hernández, contactó con Luis Mario Vela Reyes, ambos cubanos residentes en EE.UU., y que este último le prometió la suma de mil dólares norteamericanos para que descarrilara alguno de los trenes que circulan por la vía férrea que enlaza el Mariel, provincia de Artemisa, con la capital del país”.
La versión aparecida en los medios estatales, asegura que Miguel Ángel Rodríguez debía entregar la grabación de sus acciones, y que los restantes acusados aceptaron participar, excepto Yoandris Ortiz, quien igualmente fue condenado porque “no comunicó un hecho de tal gravedad a las autoridades”.
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Según el régimen, el 25 de mayo del 2019, pasadas las diez de la noche, los encartados fueron hasta el kilómetro 14,750 de la línea férrea mencionada, y, mientras Ortiz Meriño observaba desde un lugar próximo, los demás “desprendieron y separaron uno de los raíles, provocando que, algunas horas después, el tren de carga 1223, con la locomotora No. 312031, que se dirigía de la Terminal de Contenedores del Mariel hacia el municipio de Cárdenas, se descarrilara”.
Esa acción, aseguran en el Granma, ocasionó daños a la vía férrea y afectaciones por un monto total de 400 mil pesos en moneda nacional (equivalentes a 16 mil dólares).
Los jueces del caso aplicaron, por el delito de “sabotaje”, sanciones de entre 17 y 24 años de privación de libertad y “por el otro ilícito, al acusado Yoandris Ortiz Meriño, la pena de tres años de privación de libertad”.
La información oficial disponible, en un país que criminaliza la prensa independiente y persigue el ejercicio de la abogacía al margen del Estado, afirma que a los acusados “se impusieron las sanciones accesorias, consistentes en prohibición de los derechos públicos y las restricciones migratorias, referidas a la emisión de pasaportes y salida del territorio nacional”.
¿Qué sucedió en el tren Mariel-Habana-Cárdenas?
Un tren de carga se descarriló en la ruta Mariel-Habana-Cárdenas en mayo del 2019. Según el reporte que entonces divulgaron Cubadebate y otros medios oficiales, sucedió “entre los puentes del municipio La Lisa y la Universidad Tecnológica de La Habana (CUJAE), cuando transportaba 15 planchas portacontenedores con destino al municipio Cárdenas, en la provincia de Matanzas”, añade la publicación.
“Al bajar al lugar vimos lo que había sucedido e inmediatamente fuimos a auxiliar a la tripulación”, contó de uno vecino del lugar a la prensa.
Eduardo Hernández Becerra, director general de la Unión de Ferrocarriles de Cuba, declaró en ese momento que la tripulación del tren estaba en perfecto estado de salud.
Se reportaron, sin embargo, daños materiales: “cinco planchas fueron afectadas totalmente y dos de forma parcial”. Hernández Becerra dijo que se afectaron más de 250 metros de vías.