El comunicador cubano Yunior Morales, quien ha desarrollado una destacada carrera como locutor y presentador en la radio y la televisión de la isla, se ha convertido en una de las voces más seguidas en redes sociales, por su frontal postura contra las constantes arbitrariedades del régimen castrista.
Ante el sostenido aumento de casos positivos a la Covid-19, principalmente en La Habana donde reside el locutor; y la profunda escasez y desabastecimiento que predominan a lo largo de toda Cuba, Morales expresó en su perfil en Facebook sobre la cúpula que gobierna el país: “Se creen dueños de Cuba y gobiernan mejor para sus propias casas con niveles de bienestar que jamás entran en crisis”.
En una publicación titulada “¡CUBA VA!... ¿CUBA VA?...”, ironizando con frases de la narrativa oficialista, Morales compartió algunas consideraciones:
- Solidarios: recibimos a turistas e intercambiamos COVID.
- Abastecimiento en algunas tiendas nada más para el que consiga dólares, y así concentramos las colas desde la madrugada, pocos productos obligan a volver.
- Ómnibus llenos de pasajeros aglomerados para agasajar al CORONAVIRUS.
- A nuestros científicos “soberanos” les salvamos con un reconocimiento de papel, cuño, firma y así valoramos sus esfuerzos y sacrificios.
- Aumentamos las producciones de escasez en los mercados, no hay viandas, ni frutas y la nada nada inspira, se ahorra hipoclorito.
- En plena Pandemia usan como vaselina "subir salarios" pero con más incremento en los precios, aumentan cobros para armar la revolución.
- Los que digan la verdad pasarán a ser denominados "mercenarios pagados por el imperio", (aunque no reciban un centavo).
- El desorden tiene metástasis.
Seguidamente el reconocido locutor planteó las siguientes interrogantes:
¿Miedo a qué?
¿No siente coraje al ver que a usted y los suyos se le va la vida?
¿Estará bien guiado el futuro de nuestros hijos, familias, pueblo en mayoría?
“Fácil puede investigar y hacer muchas tesis sobre el fracaso general”, concluyó Morales. “Hoy #SomosContinuidad del desastre”, añadió.
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El comunicador ha explicado cómo ya intentan desacreditarlo en su gremio y apartarlo de espacios en los que ha laborado con profesionalidad, acusándolo de ser “un mercenario al servicio del imperio”, presto a decir cosas de “contrarrevolucionarios” por unos cuántos pesos.
Sin embargo, como ha asegurado, nada más lejos de la realidad. No le pagan por hacer uso de su libertad de expresión y decir en sus redes sociales lo que cree y percibe de la realidad cubana, y muestra de ello son las precarias condiciones en las que vive junto a su madre incapacitada.
Aunque los fanáticos castristas y los hipócritas por conveniencia no tardaron en llamar “mercenario” al locutor y presentador de noticias en medios estatales desde su primer pronunciamiento crítico, éste se mantiene en su voluntad de exigir su derecho a opinar y expresarse, al menos en sus redes sociales.
